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"Todos contra Feijóo", apuntes globales sobre un estrepitoso fracaso

Lo pusieron a caldo durante la campaña. Y antes, en los últimos años también. 
Montaron un show con lo del confinamiento de A Mariña. Intentaron que allí las elecciones no se celebrasen. Tuvo la Junta Electoral y el Supremo que poner las cosas en su sitio.
Eran todos contra Feijóo. Otra vez la foto aquella de hace un montón de años, que la sacan en procesión cada vez que hay elecciones. Otra vez docenas de cantinelas repetidas, aun a sabiendas de que son falsas o medias verdades. Si ahora copiásemos aquí, lo que ha aparecido en los últimos meses en boca de los, otra vez, por Feijóo derrotados... veríamos el ridículo alcanzado por buena parte de ellos. Veríamos para lo que hoy sirven esas sus frases, sino para reírse la gente de sus autores, en el día siguiente a unas elecciones...

Cuatro mayorías absolutas con la enorme dificultad de tener que ganar siempre por goleada porque para gobernar, o gobierna en solitario, o no gobierna. Le negarían siempre la posibilidad de que gobernase el partido más votado. Y para complicarlo más, en escena electoral, arañándole votos, aparecen los de "Ciudadanos" y "Vox"; y también a estos los retrata Feijóo como fracasados. Con los votos en la mano, de unos y otros, este domingo noche Feijóo ha retratado -sin necesidad de proferir palabra alguna- a cada uno de sus rivales.

Ha retratado con su triunfo impactante a todo ese batallón de la izquierda fracasada, los socialistas, los nacionalistas-independentistas, la izquierda radical y ultra izquierda (a la que ciertos cronistas -tal vez pedantes- hacen cirugía estética llamándole "izquierda rupturista"), auxiliados aún en el empeño del "todos contra Feijóo" por la mujer de Ciudadanos que no es capaz -a pesar de sus fracasos continuados- de irse de una vez a su casa, además de los ultra-derecha de Vox.
Feijóo lo ha logrado. Y lo peor es que todos sus rivales sabían que iba a suceder (aunque lo disimulaban en sus manifestaciones de estos días atrás). Sabían que sucedería este resultado indiscutible de estos comicios, por eso alborotaron con lo de A Mariña, por eso querían que les elecciones allí no se celebrasen... y pintar una situación que -siendo preocupante siempre- no era de la mucha gravedad pintada por los del "todos contra Feijóo".

Por ejemplo, el neocomunista Gómez Reino decía estos días sobre Feijóo que "desalojarlo este domingo sería el principio del fin del PP en Galicia porque ya ha perdido casi todas las ciudades y casi todas las diputaciones". El resultado es que Feijóo ha ganado por aplastante mayoría y al que tienen los comunistas que desalojar, a poco que hagan autocrítica, es el tal Gómez Reino, aunque a este, por lo que se observa, no le despegan de la silla ni con aguarrás.
Por medio quedan, de parte de Gómez Reino y de otros compañeros del conglomerado "todos contra Feijóo", un sin fin de barbaridades, de falsedades, de medias verdades, de manipulaciones, sobre la labor del presidente de la Xunta. Todo vale, todo se utilizó y se seguirá utilizando contra Feijóo. ¡Qué más da...!. Y, sin embargo, deberían de aprender que no da igual, que hay muchos ciudadanos de a pie, muchos votantes, que sin ser militantes de este o aquel partido, no son idiotas, no se les puede estar intentando engañar... No se puede estar diciendo, por ejemplo, que Feijóo hizo una mala gestión del problema sanitario de la pandemia, cuando ha sido puesto como ejemplo de buen hacer hasta por responsables del propio Ministerio de Sanidad.
El embuste, la trapallada, el postureo... todo y más, no siempre, pero por lo general se acaba pagando en las urnas. 

Galicia ha tenido un buen gobierno autonómico en los últimos años; si lo tuvo o no... es lo que este domingo se juzgaba.
Ha habido errores, pero también muchos más aciertos junto a elevadas dosis de sensatez. Feijóo ha capitaneado un barco que se ha mantenido firme en su rumbo. Y cuando llegó la crisis sanitaria, Galicia marcó caminos, dio pasos anticipados en muchos aspectos y cosechó resultados importantes. Esto lo ha visto la ciudadanía, que no es tonta, y lo ha reflejado con una mayoría holgada para Feijóo en estas elecciones.

Galicia ha tenido un buen gobierno en los últimos 4 años, ese Gobierno, su papel, es lo que este domingo se juzgaba. Y Galicia ha tenido un desastre de Oposición en los últimos 4 años, fragmentada, enfrentada entre ellos mismos, contradictoria... Tuvieron 4 años para espabilar e ir creciendo y lo único que hicieron aquellos personajes radicales de la Marea&cía y acólitos es andar a mamporros políticos, protagonizar desvarios, etc. etc.
Lo mismo sucedió con el Partido Socialista, descompuesto, sin rumbo, con cambios de líderes parlamentarios y del propio partido en Galicia, etc. etc.
Solamente el Bloque aprovechó el caos en el que los otros se movían para apañar lo que los otros colegas de Oposición se dejaban por el camino y ahora ha recogido exactamente eso, reflejándolo en su notable crecimiento en las urnas. Ha hecho un buen trabajo político, sin duda, el BNG, aunque la inquina manifiesta y permanente de no pocos de sus activos hacia la figura del presidente de la Xunta, haya formado parte del bagaje de los nacionalistas.
La parvada esa de andar llamándole constantemente "Feixóo" en vez de Feijóo, además de no servir para nada, se vuelve más bien contra los que andan embarcados en esa chorrada, por ridícula y rebozada en provocación, sin duda. Aplicando un mismo proceder, deberían de decirle a Gonzalo Caballero, Gonzalo "Cabaleiro"; a Abel Caballero, decirle "Abel Cabaleiro"... No dejaría de ser una majadería. Estos amiguiños de la trapallada ya han podido comprobar que "Feixóo" -como ellos le dicen- es "Moito Feixóo"... como reflejamos en la foto de portada de este post.

Feijóo ha ganado -otra vez- unas elecciones en Galicia y pasa a convertirse en España en un político de enorme prestigio. Ya lo era, pero ahora lo es mucho más. Esto irrita a sus rivales, a sus oponentes; si ya les irritaba antes, veremos en los próximos 4 años más irritación.
Feijóo, sus rivales lo saben, es de los políticos que no abundan. Es un tipo preparado, buen gestor y con bastante cabeza. A veces patina, sin duda, pero... nadie es perfecto. Y desde luego, comparado con lo que ha tenido enfrente en Galicia desde años atrás a ahora, la diferencia es más que notoria. 
España -y Galicia también- padecen de una invasión de medianías en la Política, o si quieren ustedes : de una escasez de elementos brillantes, "com conta, peso e medida" -como dirían los hermanos portugueses-.
Siendo como es Feijóo -en este panorama político- una de las "rara avis", no es de extrañar que este domingo haya vuelto a ganar, con brillantez y soltura.

Vienen ahora cuatro años muy difíciles. España está entrando ahora en las consecuencias económicas y sanitarias de una pandemia que sigue acechando. Galicia no es ajena a esa situación. Este nuevo triunfo de Feijóo supone un enorme compromiso para el presidente de la Xunta. No lo va a tener nada fácil, son tiempos muy difíciles. Pero el está -tal vez- en su mejor momento; ha adquirido una experiencia notoria como gobernante, tiene oficio consolidado para poder afrontar lo que se nos viene encima y, sin duda, del personal variopinto que decía -pidiendo el voto- que estaba dispuesto para gobernar, el es quien más y mejores garantías ofrecía al pueblo gallego. La mayoría absoluta de los electorales -reflejada en diputados electos- ha entendido que Feijóo es el hombre ideal para los próximos años y... punto pelota.


Y al filo de la medianoche de este domingo...

Dijo que este triunfo es el que más ilusión le hace. Fue elegante con sus rivales, especialmente con la líder del Bloque. Agradecido con sus votantes, que no han sido pocos. Y respetuoso con los que no le votaron, a los que garantizó que gobernará para todos, fuera de sectarismos.

El presidente en funciones de la Xunta y candidato a la reelección por el PP, rotundo ganador de estas elecciones autonómicas, Alberto Núñez Feijóo, ha reconocido que no se equivocó cuando decidió "apostar por Galicia", ya que, tras la victoria este domingo por mayoría absoluta por cuarta vez en las elecciones gallegas, considera que "esa apuesta valió la pena para siempre".
En su comparecencia tras conocer los resultados finales, ha prometido que va a "gobernar para todos" incluso para los que no le han votado, que pueden tener la "tranquilidad y seguridad" de que siempre pondrá a Galicia por delante. "Me debo más a Galicia que me debí nunca. Me voy a dedicar con más ahínco, determinación y ganas que en la primera, segunda y tercera legislatura".

Feijóo, que ha comparecido en un hotel en las inmediaciones de la sede del PPdeG en Santiago, ante un atril en el que se ha cambiado el lema de campaña "Galicia, Galicia, Galicia" por "Grazas, grazas, grazas", ha brindado este triunfo -entre otros- "a todo el PP de España" y en concreto a su presidente, Pablo Casado, y ha asegurado que va a contribuir desde Galicia a la "gobernabilidad" de España.

Feijoo que ha logrado encadenar su cuarta mayoría absoluta. «Todos estes días tratei de falar do que nos une. Esta noite decimos grazas, grazas e grazas a toda Galicia por tanta xenerosidade», ha comenzado diciendo y ha resaltado el comportamiento ejemplar de los gallegos. Ha agradecido también el esfuerzo de su equipo de campaña, que «es el mismo que tenía en marzo del año 2009». Una larga lista de agradecimientos en los que ha incluido a Mariano Rajoy. «Quiero brindarle este triunfo a todo el Partido Popular de España y a Pablo Casado», ha proseguido Feijoo.

«Se estamos aquí é porque decidimos adicar toda a nosa enerxía a Galicia. Non me confundín cando apostei por Galicia», ha dicho muy emocionado Núñez Feijóo : «Esto me ilusiona e me emociona máis que o primeiro día».«Me sinto con máis ganas que na primeira lexislatura, que na segunda lexislatura e que na terceira lexislatura», ha insistido antes de recordar a los 619 fallecidos por coronavirus en Galicia. «Espero que este maldito virus deixe de ser unha ameaza para sempre nos próximos meses ou anos. Seremos capaces de saír da crise na que agora estamos e na que profundizaremos nos próximos meses», ha mantenido Alberto Núñez Feijóo.

Dirigiéndose a los que han vuelto a darle su plena confianza : «Sé para qué nos habéis votado. Estoy aquí para cumplir con mi deber como si fuese el primer día. Dije que prefería la moderación y voy a poner todo de mi parte para cumplirlo», ha vuelto a repetir. «Me voy a comprometer en no crearle ningún problema a Galicia y desde Galicia mejorar la convivencia en España. No le voy a fallar a los gallegos. Me parecía imposible conseguir una cuarta mayoría absoluta y más aún hacerlo en una pandemia», ha insistido. 
En otro momento de su discurso y ante un auditorio enfervorizado, Feijoo tuvo un sentido agradecimiento para su familia. En especial a su madre, a su padre y también a su mujera, Eva Cárdenas, y a su hijo, «que me veía colgado nos carteis pola rúa».

Fue muy elegante con el Bloque de Ana Pontón : «Enhorabuena también a la candidata del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón, que hizo una muy buena campaña y logró un resultado histórico para el BNG» 
Sobre Pedro Sánchez que también le ha ha felicitado, dijo : «Seguiré siendo un presidente autonómico leal». 
No faltaron palabras especiales en su discurso dedicadas a los vecinos de A Mariña lucense con una mención especial a los que este domingo no pudieron votar. 


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Eran todos contra Feijóo... y acabaron ahogados todos menos el Bloque (luego seguimos analizando)


Todo parece indicar que el PP de Alberto Núñez Feijóo ha ganado las elecciones en Galicia y podría hacerlo además con clara mayoría absoluta. Con escrutinio ya muy avanzado no parece que haya dudas.
Batacazo de los comunistas bendecidos por Podemos, más que batacazo también para esa formación mareada y liderada por un tal Pancho Casal al que se le ha acabado andar dando la barrila con historias políticas para no dormir; constatación de que la señora de Ciudadanos mejor estaba en su casa que protagonizando una lamentable campaña donde decía tener soluciones e ideas para todo; constatación también de que los de Vox, para lo que sirven en Galicia es para restarle unos miles de votos al PP...

Capítulo aparte : fracaso político total del profesor Gonzalo Caballero, entregado en los brazos de Sánchez desde hace un tiempo para crecer, lo que ha ido es directo a una sepultura política, con tan sonoro batacazo, que -si tuviese lo que debería de tener- debería de llevarle a presentar la dimisión ya  mismo como mandamás del PSdeG - PSOE.

Frente a la debacle de los socialistas -el pinchazo de la rueda del avión de Sánchez fue toda una premonición- aparece el Bloque de la señora Pontón, recogiendo lo que otros han servido en bandeja :  lo que dejaron atrás los comunistas podemitas, los socialistas caballeristas-sanchistas-oportunistas, los mareas-galeguistas del ínclito Pancho Casal (mucho chau-chau, mucho rollo y una calderilla de votos obtenidos)... todo lo no poco que estos tres sectores se han dejado atrás, ha venido el Bloque disfrazado de moderado (contando hasta con la bendición del hijo de Cuiña) y lo ha apañado habilmente, para tirar de las orejas y poner en evidencia al PSOE del Caballero joven (Gonzalo), que hace recordar esta noche el estrepitoso fracaso otrora del Caballero viejo (Abel).

Eran todos contra Feijóo. Y ya estaban de acuerdo para repartirse el poder; ni lo ocultaban en la campaña : gobernar al precio que sea. Pues va a ser que no. Galicia, los gallegos, no están para experimentos. Ya llega con lo habido en España, para repetir aquí semejante ceremonia de la confusión. 

Hagan click para ver a mayor tamaño esta imagen del recuento oficial...


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Caballero (el joven), otro que no dimite. Echa la culpa a la Covid-19 y ni mención al ascenso del Bloque


"Pasamos de un 17% a un 19%; mejoramos los resultados", dice don Gonzalo Caballero, líder del PSdeG-PSOE y aspirante a la presidencia de la Xunta que, ahora, desempeñará como furgón de cola en la Oposición en el Parlamento de Galicia, puesto que el lugar principal corresponderá al BNG.
Esta derrota política tan evidente del PSOE no la ve el señor Caballero que se agarra a la frase de "Pasamos de un 17% a un 19%" y a la esperanza de que unos cien votos le puedan dar, a última hora, un diputado más de la provincia de Pontevedra.
Se agarra a esas dos cosas para justificar lo injustificable, su desastre electoral. Otro que no dimite, otro que hace la lectura que le conviene, que seguirá subido en la moto. No dimite ni Dios... que se dice popularmente en la calle. A lo más que llega es a decir que "son resultados insatisfactorios porque el Partido Popular va a seguir gobernando".
Sobre lo de que el Bloque, ahora mismo, sea más importante que el PSOE en Galicia... ni media palabra. Reitera que cuando en marzo se suspendieron las elecciones, el PSOE estaba muy en forma, en una gran motivación de campaña y que la Covid-19 vino para complicar las cosas. Dice que su responsabilidad es "seguir liderando el PSdeG-PSOE; para eso los militantes en su momento me dieron la confianza".
Así pues, otro que no dimite. Y lo peor, que no ve el batacazo que el y su partido por el liderado, se han pegado...

Caballero (el joven), otro que no sabe qué quiere decir el verbo dimitir...

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Pancho Casal / Gómez Reino, dos desastres políticos y... ahí siguen. No dimite ni Dios...


Alucinante. Obtiene dos mil ochocientos votos en números redondos con el tinglado ese que montó para intentar seguir viviendo de la Política... y dice que no es un fracaso, que no pasa nada, que está empezando en realidad... Un fenómeno político en si mismo, el tal Pancho Casal con su En Marea-Compromiso por Galicia-Partido Galeguista. Este triunfador dice tras darse un solemne batacazo que "nos no necesitamos dos sillóns do Parlamento para fazer política". Un fenómeno este personaje. Uno más que no dimite...

Otro que no dimite y tampoco anuncia que se va a casa, para dedicarse a otra cosa, es el famoso Antón Gómez Reino, personaje político muy curioso, sin duda. 
Este comunista de nuevo cuño, ahijado de la ministra Yolanda Díaz en esta campaña, bendecido por el líder podemita Iglesias, es el reflejo del espabilado político que tanto prolifera ultimamente en España.
«Os resultados non son bós para o noso país. Son un fracaso para o noso espacio político. Uns malos resultados sen paliativos, inesperados. O que nos da máis mágoa é non poder ter colaborado para acabar ca maioría de Feijoo», ha asegurado Gómez-Reino en una fugaz comparecencia en la que no ha admitido preguntas. «Eu asumo os malos resultados en primeira persoa. É un mal día para o noso país», ha dicho acompañado de miembros de su candidatura.
Y ya está. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. Otro que no dice ni pío de irse a casa, de dar paso a otro. Otro que puede contar lo que quiera, pero la dura y pura realidad de los números solamente le señala un camino : dimitir y largarse. Pero eso sí, un demócrata, oiga, de esos que cuando vienen mal dadas, no admite preguntas de los periodistas.

Gómez Reino, otro que no admite preguntas...

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Impresionante : Feijóo es portada hoy en casi toda España


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