Otro que no dimite y tampoco anuncia que se va a casa, para dedicarse a otra cosa, es el famoso Antón Gómez Reino, personaje político muy curioso, sin duda.
Este comunista de nuevo cuño, ahijado de la ministra Yolanda Díaz en esta campaña, bendecido por el líder podemita Iglesias, es el reflejo del espabilado político que tanto prolifera ultimamente en España.
«Os resultados non son bós para o noso país. Son un fracaso para o noso espacio político. Uns malos resultados sen paliativos, inesperados. O que nos da máis mágoa é non poder ter colaborado para acabar ca maioría de Feijoo», ha asegurado Gómez-Reino en una fugaz comparecencia en la que no ha admitido preguntas. «Eu asumo os malos resultados en primeira persoa. É un mal día para o noso país», ha dicho acompañado de miembros de su candidatura.
Y ya está. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. Otro que no dice ni pío de irse a casa, de dar paso a otro. Otro que puede contar lo que quiera, pero la dura y pura realidad de los números solamente le señala un camino : dimitir y largarse. Pero eso sí, un demócrata, oiga, de esos que cuando vienen mal dadas, no admite preguntas de los periodistas.
Gómez Reino, otro que no admite preguntas... |