Esto en plena pandemia, por mucho que los datos de la misma sean claramente descendentes en estos países... Pero el peligro de rebrotes está ahí.
La playa, en cuanto a aglomeraciones, falta de respeto a las distancias, gente apelmazada, etc. etc. es una bomba de relojería. Las playas, sin control, se pueden convertir en lo que vemos en las fotos capturas de las portadas de diarios ingleses de este jueves, de publicaciones catalanas de este jueves... Por esos caminos iremos muy mal.
En medio de las luchas cainitas entre Gobierno y Oposición, en España debería de primar la preocupación por asuntos tan triviales como la -todavía- falta de previsión sobre cómo organizar el acceso a las playas. El sol aprieta ya a estas alturas del año y... las aglomeraciones repentinas, empiezan a estar a la vista. De irresponsables no andamos mal en España, entre la propia ciudadanía; convendría tenerlo en cuenta por quien corresponda... No vayamos a pagar luego justos por pecadores.
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