El Celta llegó a Navidad tropezando con la misma piedra y... ¿sale de ella ya resucitado?
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Habrán observado los lectores de RBTRIBUNA que...
los Reyes Magos nos han dejado aquí un nuevo formato de web, más sencillo, más operativo, más directo y... mucho más legible, con tipografía y tamaños mucho más placenteros, especialmente para la gente de edad que se siente más a gusto con la "letras más grandes". Obviamente, entre los días de Navidad y la "reforma" del habitáculo de RBTRIBUNA en Internet... se nos ha ido el tiempo y hemos estado unos cuantos días en stand-by. Por eso, algún material, como la habitual crónica semanal sobre las andanzas del Real Club Celta, o las últimas novedades sobre el Braga -y la maniobra en marcha para que los socios pierdan el control de la entidad-... se nos quedaron atrás. Y no es cosa de perderlas.
Colocamos así ahora, el análisis de nuestro querido colaborador, Alfredo Costas Villar, sobre uno de los partidos en los que al Celta no le fue como deseaba. Afortunadamente, con el paso de los días, el Celta ha mejorado y su entrada en el 2024 tiene mejores augurios cara a su futuro, como muchos de vosotros ya sabéis, tras el, triunfo reciente ante el Betis. A la espera de la próxima crónica de Alfredo, vaya la anterior, que no queremos quede atrás, pese a haber perdido alguna vigencia por las razones que acabamos de apuntar.
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TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA
El partido del Villarreal es seguramente un gran ejemplo de tropezarse siempre con lo mismo, ya que parece mentira que en cada fase del partido viésemos a un equipo con dos caras tan diferentes.
En una primera parte, llena de imprecisiones, faltos de ganas, y sobre todo regalándole dos goles al rival.
Al equipo no se le pedía nada más que un poco de actitud y más con la puntuación tan pobre con la que estaba a punto de terminar la primera vuelta del campeonato.
La primera parte fue aburrida tanto para los espectadores como para ellos, los jugadores, que en sus declaraciones se dieron cuenta de que hay que demostrar mucho más. Es decir, si hasta al final ellos mismos se dan cuenta de que no estaban dando su máximo, resulta que no lo intentan subsanar en los 45 minutos iniciales. Es que... de verdad, fueron de auténtico descalabro, de las peores primeras partes de esta temporada sino lo peor.
Defensivamente el equipo mostraría como que está falto de un central que saque mejor el balón controlado desde atrás, ya que es fundamental un defensa no tan tácticamente especializado solamente en tareas defensivas; pues si te falta salida de balón no puedes equilibrar luego bien el medio campo.
Las cosas cambiarían en la segunda mitad, dándose entrada a Manu Sánchez que es un perfil mucho más ofensivo; quizás ahí los mediocentros tienen que trabajar el doble para tapar ciertos huecos que pueda dejar... pero también es verdad que Manu aporta mucha más profundidad que Ristic, que es muy buen defensa, pero como digo no sube tan bien como lo hace Manu.
Las cosas cambiarían en la segunda mitad, dándose entrada a Manu Sánchez que es un perfil mucho más ofensivo; quizás ahí los mediocentros tienen que trabajar el doble para tapar ciertos huecos que pueda dejar... pero también es verdad que Manu aporta mucha más profundidad que Ristic, que es muy buen defensa, pero como digo no sube tan bien como lo hace Manu.
La entrada de Carlos Domínguez nos ilusionaría, ya no solo por ver un canterano, sino de ver cómo el chico se encuentra en una fase de crecimiento interesante, seguramente con margen de mejora, pero haciendo las cosas realmente bien. Y ahora mismo para mi, es la mejor compañía para Unai Núñez.
Mingueza fue sin duda el mejor revulsivo de ese partido, en una lección a aprender, de que cuando cambias tu actitud... los resultados empiezan a ser satisfactorios.
Aún así, es una pena no haber empatado ese partido, ya que se estuvo realmente muy cerca, si no hubiera sido por el penalti inventado por parte del arbitro del encuentro. No solo no es un penalti, sino que el jugador del Villarreal va cayendo -el solo- muchos metros más adelante... Engaño absoluto al árbitro y una vez más lo de siempre : ciertos colegiados no saben utilizar el VAR y esta jugada es una muestra de que así viene a ser.
Aún así, es una pena no haber empatado ese partido, ya que se estuvo realmente muy cerca, si no hubiera sido por el penalti inventado por parte del arbitro del encuentro. No solo no es un penalti, sino que el jugador del Villarreal va cayendo -el solo- muchos metros más adelante... Engaño absoluto al árbitro y una vez más lo de siempre : ciertos colegiados no saben utilizar el VAR y esta jugada es una muestra de que así viene a ser.
Una pena porque el equipo vigués se vino arriba con el gol de Douvikas y Larsen, demostrando que hay vida sin Iago Aspas y que la única manera de lograr resultados es seguir luchando como hasta ahora.
Veremos lo que ocurre en estas jornadas venideras y estaremos expectantes de que llegue el tan necesario triunfo y rumbo a mejor.
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+ Texto : Alfredo Costas Villar
+ Fotos : D. R.
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