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El sur de Galicia es el norte de Portugal y ambas comarcas forman parte de la Eurorregión Atlántica europea. El norte portugués es O Minho. El sur gallego es O Baixo Miño. El Miño es el “eurorrío” que une ambos territorios y crea sus mejores paisajes.
La perspectiva fluvial es común y peculiar. Porque entre Crecente-Melgaço y A Guarda-Caminha, el Miño ha marcado un estilo de vida fronterizo y emocionante. En este trayecto crea rápidos para la aventura, sirve de cementerio para las lampreas en viaje nupcial, fertiliza los valles del vino, duerme en bellas playas fluviales y se mezcla con el Atlántico en el más hermoso estuario, el mayor espacio fluvial protegido de la eurorregión.
Desde el monte Aloia o desde el Niño do Corvo, por un lado. Desde los caminos serranos que van de Taiao al monte da Cabra, por el otro. Desde las cumbres que protegen el río hay un paisaje común, de vino y rosas para compartir, en pequeños paraísos creados para huir de la modernidad urbana.
Las villas ribereñas se miran frente a frente y son cómplices de la calidad de vida conquistada. Valença y Tui, comerciales, son puntos de encuentro donde se habla el mismo idioma con dos acentos. Ambas son medievales y monumentales y fueron testigos de la construcción cultural de Europa, a través de la vía de la diversidad, de los caminantes que aún hoy persiguen llegar a Compostela.
Pero el sur de Galicia y el norte de Portugal, viajan también por otras vías de modernidad a la espera del ave que volará por los “caminhos de ferro” comunes. Las euroempresas aquí creadas, comparten trabajo para generar riqueza. Crecen los espacios industriales y hasta la moderna agricultura hace posible un embajador común: el vino, que ya no es tan verde y sí más oro, porque es internacional y albariño.
Y cuando toca descanso, desde el norte portugués llega al sur gallego la dulce música del vira, que se mezcla aquí con la muiñeira.
Estas son las razones que más pesan en el Gobierno portugués para preferir el AVE entre Vigo y Oporto y no el Madrid-Lisboa. Su primer ministro bien sabe que esta es la verdadera Terra da Fraternidade… y Sánchez nunca ha oído hablar de esta eurorregión en la que el sur también es el norte.
XERARDO RODRÍGUEZ
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