Xerardo Rodríguez. Reflexiones sabatinas con el toque de queda encima...

El buen amigo Xerardo, el maestro de comunicadores y editor de www.galiciaunica.es nos ha hecho presentes, este fin de semana, en una nueva y cada vez más atractiva edición de su revista electrónica, una serie de muy interesantes reflexiones de especial interés sobre cuestiones de la actualidad que más nos atañen. Veamos : 

HAY MILES DE TONTOS

—- ¿Entonces la Champions?

—- Ganaron unos, perdieron otros y hasta alguno hubo que empató.

Sinceramente, creo que no está el país –Galicia- para hablar de banalidades. Y mucho menos la España de las naciones. Estamos, dice el equipo médico habitual, en el momento álgido de la ola segunda de una pandemia que nos metió un coronavirus clasificado como Covid-19, para provocar el caos en el mundo.

Yo no sé quien escribió este guión pero se asemeja a una de esas guerras de ficción que vimos en pantalla grande. Ahora no la imaginamos, la estamos viviendo.

Quiero que sepáis todos que, si la situación es grave, lo es por culpa de unos cuantos miles de tontos, repartidos en grupos por la geografía estatal. Su cerebro no les da para comprender esto y creen que ellos, los machos alfa y las superhembras, están por encima del mal, porque “lo del bicho ese es cosa de viejos y a lo mejor ya son muy mayores para seguir viviendo”.

—- Joder, tío, que no es así.

—- Pudiera serlo.

Esta gente que se salta las normas son mayormente jóvenes pero también hay maduros imprudentes que te dicen cuando les reprendes porque pasan por la acera rozándote y sin la máscara que nos protege…  

—- Paso de esa merda, conmigo non vai.

El mierda es él claro, pero le van bien las cosas incluso en crisis y puede pagar la multa.

Así que, al margen de aplicarnos a nosotros mismos el sentidiño que se nos pide, debiéramos denunciar toda situación de peligro de contagio, al igual que hacemos cuando un imbécil nos pasa por la carretera a doscientos por hora.

A esos miles de tontos a los que les da igual contagiar el Covid-19 a sus conciudadanos por el afán de salir una noche de fiesta hay que castigarlos con penas más duras que una simple sanción que terminan pagando sus padres.

Los demás -los que temblamos cuando nos hablan de esto, los prudentes, la gente inteligente, las buenas personas- haced caso a lo que nos dicen los médicos, que son los que conocen la realidad de lo que está pasando y pensad que no pasa nada porque tengamos que vivir otro estado de alarma para aplicar un toque de queda, el aislamiento de una población o incluso otro confinamiento.

Tenemos que acabar con los tontos, ponernos en positivo, luchar individual y colectivamente, es decir, permanecer unidos ante esta adversidad. Ya llegará el momento de volver a la fiesta y sobre todo de exigir responsabilidades políticas, que también las hay.

El día está tan oscuro como el resto de la actualidad y esto me hace reflexionar:

Los agentes externos influyen en nuestras vidas tanto o más que nosotros mismos.

Cuando era niño me gustaban mucho los caballitos, esa atracción de feria que al mismo tiempo que giraba sobre si misma te hacía subir y bajar. Un día presencié una discusión entre el chico que recogía los tickets y la dueña, que dirigía el cotarro sentada en una cabina estratégicamente situada como epicentro del espectáculo. El chico le dijo…

—- Te crees mucho porque eres la dueña de este tinglado pero cualquier día viene un huracán y te lo destroza todo…

Ahora pienso que nuestras vidas son como los caballitos de feria. Giran alrededor de sí mismas, pero también suben y bajan. Y cuando hay temporal… tenemos que procurar un buen refugio o nos vamos a pique.

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LA SEGUNDA OLA 

NO TIENE CURA

No hay noticias a destacar que no sean las relacionadas con la pandemia. La gente sigue muriendo -7 personas en las últimas horas, cinco de ellas en Ourense- pero nos dicen que la situación en Galicia es la menos mala de toda España. Es lo que se cuenta por aquí… pero eso no nos consuela porque la evolución la define una línea ascendente. Por el momento, esta segunda oleada no tiene curva.

Tampoco parece que los gallegos seamos más responsables que el resto de los españoles porque son muchos los que, con su comportamiento ante la amenaza, “están facilitando que el virus no se debilite”, como afirma la viróloga Isabel Bandín.

Así que cuando alguien te pregunte…

—- ¿Cómo estás?

No le mientas diciéndole…

—- Yo bien.

Nadie puede sentirse bien en este momento por los factores que nos rodean. Los sanitarios y los económicos. No podemos fingir que estamos bien simplemente porque el virus no se nos ha metido en el cuerpo. Porque no lo puedes descartar: nadie te puede garantizar que saldrás inmune de esta.

La única esperanza que nos queda es el esfuerzo de los investigadores para conseguir no solo una vacuna sino tratamientos eficaces contra este coronavirus.

Falta nos hace una solución médica contra el coronavirus que ponga plazo final a esta pesadilla. Cuando todo parecía ir a mejor resulta que estábamos equivocados y los números de víctimas nos meten otra vez el miedo en el cuerpo. El que más y el que menos tenemos a algún familiar o amigo infectado por el virus y nos miramos en su espejo. Se de gente que no se atreve a salir de casa por puro miedo.

Yo mismo, llevo la tira sin ver a mis nietos pequeños y tengo unas enormes ganas de abrazarlos con todas mis fuerzas. Pero mis hijos son de los prudentes, a nosotros, sus padres, nos echan los besos con un gesto y nos cuidan como si ahora fuésemos los bebés que me arrancan una sonrisa recordando los días más felices. No os podéis imaginar el amor que siento hacia mi familia por estas y otras muchas cosas. Fue y será siempre el eje principal de mi vida.

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MÁS RÁPIDO, EN TREN

Mira por donde, todo llega pero en este momento no sé para qué: desde el martes que viene será más rápido ir de Santiago a Madrid en tren que en coche. Renfe nos lo vende hoy como si se hubieran cumplido ya todos nuestros sueños ferroviarios…

—- ¡Meu can pillou unha mosca!

Eso es lo que me dijo Balbino, o rei da retranca, esta mañana. Quiere decir, con perdón, que el puteo continúa y a precio alto. Los nuevos billetes ya están a la venta e incluyen el nuevo tramo de alta velocidad por Zamora, concretamente 110 kilómetros.

Está bien que lo sepas pero no creo que, tras las cifras del coronavirus, te apetezca mucho viajar a la capital del reino. Mejor sería que nos hubieran construido esos ferrocarriles periféricos que tanto necesitamos.

Textos de Xerardo Rodríguez