Falleció en las últimas horas, en su casa de Cangas, Ángel Villar Blanco, persona muy respetada y querida en amplios estamentos de la capital de O Morrazo, población en la que nació hace 92 años.
Ángel Villar Blanco fue industrial muy popular en el ramo y sector de los materiales de construcción durante décadas. Persona de grandes virtudes, noble, afectuoso, muy afable y cordial, fue en Cangas persona entrañable que siempre se hizo querer. Por eso, la noticia de su fallecimiento ha causado hondo pesar entre los muchísimos cangueses que tanto le apreciaban.
Aprecio más que merecido para quien en vida fue un auténtico paladín y mecenas del Deporte cangués. A Ángel Villar muy especialmente y a un grupo de entusiastas cangueses capitaneados por el legendario Antonio Velloso Romero se le debe nada menos que haber impedido la desaparición -a la que parecía condenado- del histórico Alondras Club de Fútbol y junto a ello, la construcción del nuevo campo de fútbol en el barrio de Romarigo.
Villar Blanco fue vicepresidente y directivo del Alondras C.F. durante muchos años. Impulsor siempre de la actividad deportiva hizo una gran labor en el municipio cangués, especialmente con el fútbol (donde organizó aquellos famosos campeonatos de infantiles/juveniles veraniegos, de donde salían luego estupendos jugadores para nutrir los equipos juveniles del Alondras; fue también fundador e impulsor de los filiales del Alondras : el Deportivo Cangués y el Atlético Morrazo). Tras sus muchos años de impulsor del fútbol en Cangas, Ángel Villar también realizó labores de dirección y organización en el Club Ciclista Cangués, en la etapa postrera de su vida. Siempre dispuesto a ayudar, a promocionar el Deporte, Villar Blanco realmente disfrutaba haciendo posible que cada vez más jóvenes avanzasen en la práctica deportiva.
Nunca fue ajeno a la vida pública, pero siempre en un notorio afán de servir; jamás de servirse. Incluso fue concejal del Concello de Cangas, en la etapa democrática, tras la transición, en las filas de UCD, acompañando así aquellos cuatro años a quien fue su gran amigo y compañero en las tareas deportivas, ocasionalmente metido a político, Antonio Velloso.
La muerte de Ángel Villar ahora, junto a la aún no tan distante del igualmente inolvidable Antonio Velloso, cierran un capítulo brillantísimo en la historia del Alondras Club de Fútbol. Un tiempo heroico, en el que aquellos valientes directivos de entonces : Velloso, Villar Blanco, los hermanos Fernández, Rodal, Oliveira, Ernesto... (que me perdonen los no citados por mi escasez de memoria y lo apresurado del momento) primero supieron resistir, luego responder al reto de la expulsión del viejo campo de Massó, al tiempo construir el "Campo Morrazo" y luego hacer crecer un club de fútbol que acabaría siendo un ejemplo de modernidad y organización en Galicia... Con la muerte de Ángel Villar se cierra una etapa inolvidable, que quedará para siempre escrita con letras de oro en el libro de la verdadera historia del Alondras y de Cangas.
Se ha muerto Ángel Villar ahora, justo ahora, cuando la maldita pandemia impide darle el homenaje en el adiós y la despedida que este hombre bien merecía. Queda a la familia esa tarea inmediata, en las próximas horas. Pero a los demás que le conocimos y tratamos, cada uno en su lugar, aunque sea en su corazón, nos toca recordar con el cariño y afecto que el tantas veces nos hizo presente, a esa excelente persona, posiblemente inmejorable, que se nos ha ido.
Si algo nos alegra en esta hora, es que un grupo de entusiastas cangueses hayan sabido hace unos años, no demasiados, homenajear en vida a Ángel Villar. Por eso traemos hoy aquí, en otro espacio aparte de Rías Baixas Tribuna, a modo de recuerdo, fotos de aquel día de aquel mes de mayo no tan lejano. Después de aquel tiempo de homenaje merecido, comenzaron penurias en su salud para el bueno de Ángel. Poco a poco se fue deteriorando tras una vida de grandes esfuerzos laborales, de trabajador incansable que siempre fue, ocupando el tiempo libre que le quedaba en servir a los demás a través de su impagable labor como dirigente y promotor del Deporte en Cangas.
Fallece Ángel Villar tras haber sobrellevado, con cristiana resignación, unos últimos años muy duros, difíciles, con serios achaques que minaron poco a poco aquel sólido edificio que había sido durante décadas su cuerpo. Quiso Dios ahora, a las puertas de Todos los Santos casi, llevárselo de este mundo. Y así ha sido en este último domingo de octubre. Cangas pierde a quien fue uno sus baluartes; un cangués de los pies a la cabeza, que amaba enormemente su tierra, que fue en todo momento ejemplar padre de familia, hombre siempre dispuesto a unir voluntades, a aunar esfuerzos, a animar tareas colectivas...
La Vida es así, dura, difícil cuando llegan estos momentos del adiós. Pero antes, Ángel Villar ha sabido dejarnos a todos los que le conocimos y tratamos en mayor o menor grado, los suficientes ejemplos de hombre de bien, los notables testimonios de humildad, los innegables actos de voluntad de servicio a la colectividad... que nos permiten proclamar, en la hora de su muerte, que hemos perdido una excelente persona, un gran cangués.
Descanse en paz quien tanto a tantos nos dio, desde sus ejemplares acciones, desde el anonimato que tantas veces persiguió y que aún le hizo más grande. Las puertas del Cielo, seguros estamos, las tiene abiertas; las tenía abiertas ya hace tiempo, en virtud de su trayectoria nunca exenta de notables virtudes cristianas.
Descansa en paz, Ángel Villar. Nuestro abrazo emocionado para su viuda, Pilar (a la que el tanto amó en un matrimonio pleno de virtudes), para sus hijos, Enrique y María Elena, para sus hijos políticos Mary y Alfredo, para sus nietos Raúl, Susana, Inés y Fredy. Para todos ellos, la Vida, ahora, indudablemente, no será igual sin el ahora finado. Y es que Ángel era mucho Ángel. Para su familia y para sus incontables amigos.
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