Habrá quien se tome esto a broma e incluso sea capaz de titular "Ayuso, la gran madrina de un toque de queda general en toda España". Pero no es para tomarse a broma algo que, de llevarse a cabo, supone la pérdida -se entiende que temporal- de una de nuestras libertades fundamentales.
Las ideas del personaje público que viene a ser la señora Ayuso, a la sazón presidenta del bigobierno de la Comunidad de Madrid son frecuentemente, cuando menos, motivo de escándalo para no pocos. E independientemente de peregrinas o no, justificadas o no, resulta muy curioso el modo en que las demanda, su maniobra, como si quisiese diluir siempre su responsabilidad, echándole la culpa a otros, por si una vez aplicada la medida esta resultase mal o la ciudadanía protestase...
Ya lo hizo no hace mucho tiempo, cuando decía haré esto que Sánchez me pide haga en Madrid, si el aplica aquello otro en otros sitios de España... (¿Pero usted qué es... presidenta de la Comunidad de Madrid... o Manolita Sabe-lo-todo Métome-en-todo?).
Las salidas de pata de banco, las contradicciones de la señora Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid no son pocas. Es personaje que no pasa desapercibido. Ahora, aparece en escena a las 24 horas de que su vicepresidente y socio en el bigobierno (otro personaje al que hay que echar de comer -políticamente- aparte) saliese con el invento de un confinamiento -segùn el necesario- en tres próximas semanas para así después salvar la campaña de Navidad del comercio, tal y cual... Este de Ciudadanos por un lado, la otra del PP por otro...
Inmediatamente Ayuso reclamó los focos sobre ella, demandando a Sánchez un toque de queda (¡ahí es nada!) pero nada de aplicarlo solo en Madrid, o donde fuere realmente necesario -como han hecho en Francia-; nada de eso, la señora que en su día -al parecer- escribía los tweets en la cuenta del perro ("Pecas") de Esperanza Aguirre, le demanda a Sánchez (así luego este apaña con la responsabilidad de lo que de negativo del asunto se derive) que aplique un toque de queda para toda España...
Las reacciones, en buena parte de España no se han hecho esperar contra la iluminada idea de Díaz Ayuso, la autora también -en la crisis de marzo pasado- del contrato con franquicias de comida rápida como Telepizza, Rodilla o Viena Capellanes para alimentar a los menores de familias que contaban con un precio reducido en los comedores por ser beneficiarias de la Renta Mínima de Inserción. Es personaje, pues, de célebres -y polémicos- alumbramientos.Y otros : "lo que no puede ser es que la señora Ayuso realice la peor gestión de un territorio en toda Europa y ahora tengamos toque de queda el resto. ¡Que lo tengan los madrileños, que es su presidenta y su problema ..."
Item más : "Esta señora que criticaba el Estado de Alarma pretende imponer un toque de queda no sólo para su Comunidad, devastada por su lamentable gestión, sino para toda España. ¿Tendremos culpa el resto de que Madrid sea la comunidad peor gestionada... Esto que se lo coman los madrileños que es su presidenta y ellos la eligieron".
"¿Cómo puede ser esto?. La semana pasada decía Ayuso que tenían unos datos tan buenos de coronavirus que quería que les quitaran ya el Estado de Alarma, y ahora pide el toque de queda... ¿En que quedamos Señora Ayuso, decía usted que Madrid no estaba tan mal para que el Gobierno quisiera incrementar las restricciones ahí, y ahora es usted la que quiere incrementar incluso las que proponía el Gobierno?. ¿A qué juega usted; está capacitada para ejercer cargo público?..."
"Gracias a la Comunidad de Madrid por proponer toque de queda en mi ciudad (Vigo). Es decir, como muchos ciudadanos de Madrid son unos irresponsables, se tiene que imponer el toque de queda a los de Toledo, Guadalajara...".
"En Canarias, por ejemplo, teníamos restricciones cuando otros estaban por ahí alegremente.... ¿ahora que estamos mejor, tenemos que tragarnos las restricciones del resto?"
En fin... la presidenta de la Comunidad de Madrid, en vez de estar demandando que a toda España se le imponga un toque de queda, debería cuidar más y mejor lo suyo. Porque no es de recibo que en plena crisis del coronavirus, huyan uno tras otro sus cargos de confianza en el departamento de Sanidad de la Comunidad Madrileña. Un rosario de marchas... las dos últimas en este inicio de semana.
Marta Sánchez-Celaya, como explicaba "El País" horas atrás, deja su cargo como gerente de Atención Primaria en Madrid. Este martes, según informa el Gobierno de Madrid, ha pedido marcharse: “Ni ha dimitido ni ha sido cesada. Es una salida a petición propia, después de haber estado cinco años en el cargo”. Lo hace junto a Bárbara Fernández, la responsable de hospitales, en medio de una crisis sanitaria que acumula más de una docena de marchas en el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, más de la mitad en el ámbito sanitario. Serán sustituidas por Sonia Martínez Machuca, directora asistencial de la zona Este de primaria desde 2018, y por Antoni Juan Pastor, un especialista en Medicina Interna que llega desde la Dirección Asistencial del Instituto Catalán de Salud. Y entra a cubrir la vacante que había en la dirección de Planificación Estratégica, Daniel Álvarez Cabo, ex-portavoz de Sanidad por Ciudadanos en la Asamblea de Madrid.
Tres cambios profundos en el Sistema Madrileño de Salud que han llegado poco después que se nombrase a Juan Armengol, el nuevo viceconsejero de Asistencia Sanitaria desde el 7 de octubre, en relevo de Ana Dávila-Ponce.
La única Gerencia que queda intacta es la del Servicio de Urgencias Médicas de Madrid, SUMMA-112, a cargo de Pablo Busca Ostaolaza. Desde mayo, siete cargos han abandonado el Gobierno regional. Yolanda Fuentes, la entonces directora general de salud pública, fue la primera, el 8 de mayo y plena desescalada. Lo hizo por el desacuerdo con la decisión del Gobierno madrileño de solicitar que la región entrara en la fase 1 de la desescalada en contra de su criterio. La de Fuentes y la salida el 2 de octubre del consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Ciudadanos), han sido las más representativas de las luchas, tanto interna como con el Ministerio de Sanidad, que mantiene el Gobierno regional desde el comienzo de la pandemia.
Otras marchas que también han dado cuenta de esas tensiones, explicaba "El País", fueron la de Carlos Mur de Viú, director de coordinación sociosanitaria, destituido el 12 de mayo; la de Manuel Ángel de la Puente, que el 11 de septiembre dimitió director general del Proceso Integrado de Salud del Sermas; la del portavoz del Grupo Covid-19, Emilio Bouza, que se marchó el 26 de septiembre tras apenas 48 horas en el cargo; y la de Ana Dávila-Ponce, que fue relevada en su cargo como viceconsejera de Asistencia Sanitaria el 7 de octubre...
---------------