José Manuel Romay, el ejemplo aleccionador a través de un gran libro de memorias

Fue en A Coruña este viernes 18.09.2020 que queda atrás. José Manuel Romay Beccaría presentó su libro en la sede-auditorio de A Fundación, el brazo cultural de Abanca . Mejor dicho : más bien hicieron de presentadores de este libro de memorias de Romay, nada menos que el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el anterior presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy Brey. Feijóo y Rajoy, al fin y al cabo, escriben el prólogo de este libro.

Tres gallegos de enorme relevancia, en aquel estrado coruñés esta tarde casi otoñal, con la imagen gigante al fondo, como decorado del acto, de Romay Beccaría y su libro, "vida y pensamiento político", al fin y al cabo una reflexión gigante sobre el tiempo pasado y el actual, sobre el viaje de España a la Democracia y la consolidación de esta entre los españoles.

Durante más de un año y medio, José Manuel Romay puso en orden papeles, fotos, opiniones, pensamientos... para volcarlo en una obra de cientos de páginas, a cada cual más interesante, donde repasa su biografía y su trayectoria de más de sesenta años dedicado a la Política y al servicio del Estado y de las Administraciones Territoriales. Seis décadas de muy brillantes desempeños, habiendo sido, entre otros, presidente del Consejo de Estado -en dos ocasiones-, ministro de Sanidad, vicepresidente de la Xunta, conselleiro de Sanidad y de Agricultura, diputado en el Congreso y presidente de la Diputación de A Coruña.

Esta especie de memorias de José Manuel Romay Beccaría se reflejan en este libro que nos ocupa y que aparece con un contenido estructurado en nueve capítulos. 
Inevitablemente, un primer capítulo aparece dedicado a su infancia, sus estudios y su familia. 
El segundo capítulo refleja un trayecto público “del Servicio del Suelo al primer Gobierno de la Democracia". 
Dedicado está el tercer capítulo de esta obra literaria a la etapa en la que Romay pasó por la vicepresidencia de la Xunta y la presidencia provincial (A Coruña) del PP. 
El cuarto capítulo refleja su labor como presidente de la Diputación de A Coruña, como conselleiro de Agricultura y Sanidad y como ministro de Sanidad. 
No podía faltar un capítulo, el quinto, dedicado a reflejar la experiencia como diputado en el Congreso, presidente de la Comisión de Justicia e Interior y también como presidente del Consejo de Estado. 

Esta amplia obra (medio millar de páginas) refleja, desde luego, también opiniones, posicionamientos políticos, reflexiones y hasta algunos consejos sobre cuestiones latentes... Es así cómo en el sexto capítulo hallamos una visión sobre el problema actual del independentismo catalán. 
Tampoco podían faltar unas páginas dedicadas a su gran pasión, su afán político, su doctrina, en la que ha perseverado y profundizado a lo largo de toda su vida... Es así cómo en el séptimo capítulo Romay se refiere con detalle al pensamiento político que le ha cautivado siempre: el liberalismo reformista. 
Reservó otro interesante capítulo, el octavo, para ocuparse de los diez personajes con los que ha tenido una especial relación. 
Ya en el capítulo final de la obra, el noveno, repasa algunos de los muchísimos honores y galardones que le han otorgado a lo largo de su vida.

"Entiendo la política como una manifestación del deseo de contribuir a la felicidad de la comunidad. La política no tiene que ser el arte de lo posible, especialmente cuando se piensa en cálculos, intrigas o acuerdos secretos, sino que puede ser el arte de lo que resulta deseable siempre : el arte de lo imposible para mejorar el Mundo y a nosotros mismos" . - (Romay Beccaría)

En sus sesenta años “de servicio a Galicia y España disfruté –dijo Romay- haciendo lo que más me gusta. Y de ello dejo testimonio en mis memorias para animar a los que sienten la vocación política a que sigan ese camino, que le dará, en expresión de Popper, ‘más felicidad de la que nunca pudieron merecer’”.

El autor del libro, además, se refirió al momento por el que está atravesando España y puso en valor la Transición. “A partir de 1975 este viejo Reino de España, de la mano de su Rey, escribió una de las páginas más hermosas de su historia. España se encontró a sí misma y encontró su lugar en el mundo. La España de muros desmoronados de Quevedo, cuya historia, según Ortega, era la historia de una decadencia, dio una lección inesperada e inolvidable al mundo. Una lección de sabiduría, tolerancia y grandeza”. El país “superó su cainismo irrefrenable y enterró las páginas más amargas y los abismos más profundos de su historia”.
Para Romay Beccaría, los años de la Transición fueron “un inmenso éxito colectivo, un inmenso triunfo de España y los españoles, le pese a quien le pese. La estabilidad institucional que nos proporcionó la Constitución de 1978 permitió un enorme desarrollo económico, y propició también que el bienestar de los españoles alcanzase cotas insospechadas”.

"Este libro va de un político que lo fue porque quiso, no por necesidad... Por sus manos pasaron miles de millones de pesetas y también de euros; nunca defendió más intereses que los generales de la población, de la ciudadanía. Cumplió siempre con su deber, como hombre y como político honrado a carta cabal". (Núñez Feijóo)

No faltó por parte de Romay un aviso a los navegantes : “la desafección entre los ciudadanos y la política que promueven populistas y demagogos irresponsables es tremendamente peligrosa. La política es absolutamente esencial. Se trata del único instrumento con que contamos para transformar la realidad social circundante. Yo os quiero decir que la política es una de las vocaciones más nobles a las que servir. Es indispensable, porque solo ella hace que el futuro nos pertenezca; porque solo ella cabalga hacia la derrota del dolor”.

También habló sobre la situación política en Cataluña, que considera “el mayor desafío al que se enfrenta nuestro país”, y defendió la actitud del expresidente Rajoy al respecto. “Se mantuvo firme y limitó el diálogo con los políticos de la Generalitat a cuestiones que se pueden resolver en el marco de la Constitución y la ley, algo que fue rechazado reiteradamente por los nacionalistas. La firmeza en ese planteamiento no debería abandonarse nunca”.
Y también : “Cataluña sufre la misma crisis económica que el resto del país y esto ha hecho que muchos problemas se desenfoquen y que el nivel de incomodidad en ciertos sectores se desborde. Pero no es verdad que España robe a Cataluña, no lo ha hecho nunca”
Incluso advirtió que, “a pesar de la crisis, el Gobierno de la Nación ha facilitado la financiación de la Generalitat y de los servicios públicos que de ella dependen, evitando su quiebra”. Para Romay el reto está “en volver a seducir al mayor número de catalanes. Esto, a mi juicio, exige que se explique bien lo que se hace allí, porque, demasiadas veces, lo que declaran los independentistas y sus voceros falta a la verdad”. “Los españoles solo tenemos un deseo con respecto a esta comunidad: queremos que siga siendo, como ha sido siempre, la proa de España. Queremos que siga siendo la tierra acogedora y solidaria que siempre ha sido con los demás pueblos de nuestro país. Una tierra llena de mujeres y hombres, de obras y realidades que a todos nos llenan de orgullo. Los españoles sentimos a Gaudí, Dalí y Plá como a Goya, Picasso o Lorca”.

"La figura de Romay Beccaría pertenece a esa estirpe de servidores públicos de los que hoy no andamos especialmente sobrados... lo dejo ahí y, por cierto, no me refiero a nadie en concreto, salvo a aquellos en los que ustedes estén pensando en este momento. La figura de Romay es la del gobernante ejemplar, un hombre culto, eficaz y bueno que de todo esto podría presumir si quisiera, pero nunca quiso". (Mariano Rajoy)

Escuchar a Romay, a sus 86 años, tan ágil de mente, tan didáctico como agradecido a lo que la Vida le deparó como servidor público, es un placer indudable. “Mis memorias serían incompletas, sin que dejara testimonio de la importancia que han tenido para mí los intelectuales a través de los que fui conociendo mejor la realidad y las palancas que podíamos utilizar para mejorarla”. Entre ellos citó a Raymond Aron, Ralf Dahrendorf, Ernst Gellner, Giovanni Sartori, Anthony Giddens, John Gray... “Y no directamente, pero sí entrando y saliendo continuamente por los entresijos del libro, los más grandes, los definitivamente inmortales: Nicola Maquiavelo, Alexis de Tocqueville y Max Weber”. “Son los precursores e inventores del Nuevo Paradigma. Aquel que nos invita a rescatar el pensamiento de la jaula en la que lo habían encerrado y mantenido cautivo las ideologías y los sistemas teóricos que todo lo explican de antemano. Enemigos del todo o nada, intentan enseñarnos a convivir con los conflictos y a resolverlos mediante reajustes sociales progresivos basados más en la discusión y en la experiencia que en el dictado de las grandes teorías”.
“Son –vino a decir Romay- los apologistas de la sociedad abierta y los agentes empeñados en resolver la nueva cuadratura del círculo político: aquella que pretende, al mismo tiempo, generar riqueza económica, promover la cohesión social y garantizar la libertad individual. Un proceso que solo puede producirse mediante la asociación explícitamente buscada e instrumentalizada de la economía de mercado y un orden político basado antes que en ninguna otra cosa en la libertad”.

(Leer también, pulsar para acceder : 
Feijóo y Rajoy acompañan a Romay Beccaría
en el emotivo acto de presentación de sus memorias


Imagen de José Manuel Romay, esta misma semana, en una entrevista en la TVG