Galicia patenta un sistema innovador para la multiplicación de semillas en ambientes controlados

 El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), dependiente de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal), de la Consellería de Medio Rural, acaba de patentar un sistema innovador para la multiplicación de semilla en ambientes controlados. Este modelo, único en España, ofrece una mayor efectividad en el proceso con diferentes ventajas. De hecho, permitió hasta ahora la multiplicación de mas de 100 poblaciones naturales de especies pratenses (destinadas a alimento del ganado) y de cereales de invierno.

Con esta iniciativa se trata de facilitar la regeneración de las colecciones de semillas para su conservación en los bancos de germoplasma. Esta riqueza genética resulta fundamental para preservar la biodiversidad y constituye una “copia de seguridad” de nuestro patrimonio agrícola y de las especies emparentadas, que sirve para el desarrollo de nuestra agricultura y que permite suministrar al sector el material necesario para su actividad.

Este sistema del CIAM, con tecnología desarrollada en el propio centro, facilita llevar a cabo el proceso de multiplicación con mayor eficacia y menores costes que los sistemas tradicionales. Así, estos métodos clásicos se realizan al aire libre y requieren de grandes superficies de cultivo y mano de obra. Por otra parte, el proceso se ve influido por factores ambientales que pueden afectar a la cosecha de semilla.

Estudios hechos en el centro de Mabegondo concluyeron que no se garantizaba la renovación efectiva debido a factores como la contaminación por polen externo, fallos en la barrera de aislamiento o causas ambientales. Por lo tanto, se inició una investigación para idear metodologías más eficientes de multiplicación de semillas mediante la instalación de sistemas que producen microambientes controlados y aislados físicamente del exterior.

Características del nuevo sistema

El nuevo sistema patentado por la Agacal está dividido en 10 compartimentos, con techo en arco para impedir la acumulación de agua. El suelo se revistió con malla permeable al agua. Una doble puerta cruzada permite individualmente el acceso a cada compartimento, y cada acceso consta de batente o reembalse por todo el perímetro.

Las puertas abren hacia fuera para crear una corriente de aire inversa en el momento de la apertura y así dificultar la entrada de polen externo para evitar contaminaciones. Las paredes y el techo están revestidos con una malla especial que impide el paso del polen pero que deja pasar el aire y el agua. Además, está reforzada para prevenir roturas o daños por el viento. Cada compartimento tiene capacidad para 220 macetas con riego por goteo programado electrónicamente. Así, la capacidad total de la estructura es de 2.200 macetas.

Para la distribución del polen, en el caso de especies anemófilas (polinización por medio del viento), se instalan ventiladores internos para permitir el movimiento de aire y facilitar la dispersión con un sistema temporizado para maximizar la ventilación en las horas idóneas para cada especie y que proporcionan un caudal de aire mínimo de 400 metros cúbidos por hectárea.

En el caso de especies entomófilas (polinización realizada por insectos), en el momento de la floración se instalan colmenas de abejorros (Bombus sp.), con 50 individuos que posteriormente se liberan. El conjunto de la instalación tiene 4,5 metros de altura para permitir el libre desplazamiento y el vuelo de los abejorros. También permite fusionar compartimentos mediante la eliminación de la malla interna que los separa.

Por lo tanto, la polinización se realiza en el interior de compartimentos tanto para especies anemófilas como para entomófilas. En el primer caso, mediante sistemas de ventilación asistida y, en el segundo, mediante la introducción de colmenas de abejorros en su interior durante la época de floración para garantizar la producción de semilla.

Ventajas

En definitiva, entre las ventajas de este nuevo sistema destacan una mayor autonomía y control en los procesos de multiplicación, la merma de la superficie total requerida para multiplicar varias poblaciones de la misma especie, la reducción de mano de obra y uso de maquinaria, al ser un sistema desatendido y automatizado, o una mejor protección frente a plagas y enfermedades o factores ambientales adversos.

Además, también permite una mayor eficiencia de polinización, gracias a la circulación rotativa del polen originada por los sistemas de ventilación y la merma del estrés térmico respecto a invernaderos convencionales, al ser un sistema totalmente permeable al aire y lluvia. A mayores, favorece el ahorro del uso de fertilizantes y combustibles, con un claro beneficio para el medio ambiente, el ahorro de agua, ya que al ser un sistema permeable en días de lluvia el agua penetra a través de la malla y el sistema corta el riego y la prevención de dispersión de semillas al medio natural, al ser un sistema aislado.