Despedida a Benigno Villoch, alguien que siempre estará presente para nosotros, los cangueses
En el fin de semana, con profunda tristeza hemos conocido el fallecimiento del jefe y director del Centro de Salud de Cangas, Benigno Villoch. Una persona siempre dinámica, tremendamente activa en todo momento, llena de vida... a la que vamos a echar muy en falta a partir de ahora, ya que el hacía las cosas de una manera especial. Cuando yo era paciente del también fallecido Pepe Pereiro, aquella generación de médicos que estaban en el Centro de Salud de Cangas, no solo eran unos magníficos profesionales, sino que también eran unas maravillosas personas, cercanas en todo momento con los enfermos y necesitados de asistencia, humildes y comprometidos en el desempeño de su profesión.
La inesperada muerte de Villoch es un golpe muy duro para todos sus compañeros y compañeras que lamentaban este lunes lo sucedido y describían a Benigno como alguien maravilloso y siempre cercano.
La noticia confusa sobre su muerte llegó a Cangas temprana e inesperadamente, envuelta en contrasentido, puesto que al principio algunos diarios hablaban de una persona de 44 años, pero -desgraciadamente- luego conocimos que era el. Que perdíamos a un gran amigo y defensor de Cangas.
El centro de salud de Cangas queda huérfano -y sin palabras- después de este hecho tan triste y tan rotundo que llevó a Benigno a la muerte, en una excursión de senderismo culminada en tragedia, cuando se precipitó en caída a unos 100 metros, en la excursión con un grupo de amigos practicando su afición de siempre.
La Vida es así, dura, con reveses, inesperada, que en forma de Muerte nos presenta abrupto punto y final, como ha sido el caso del doctor Villoch.
Como usuario del Centro de Salud de Cangas solo puedo tener palabras de agradecimiento y afecto hacia todos sus profesionales, porque sé bien que esto les va a costar remontarlo; que lo digan sinó Jorge, Manuel, Amparo...Benigno era para sus compañeros un apoyo constante, una forma de ver la Vida de una manera serena y siempre pendiente en todo momento de cualquier incidencia o duda que surgiera.
Villoch, allá donde te encuentres, has de saber que te vamos a echar en falta: Pues a partir de hoy, pasear por Cangas sin poder saludarte va a ser complicado. Estar en Cangas, sin tu profesionalidad y tu calma, va a suponer que el día a día de tus compañeros vaya a ser muy difícil.Yo solo puedo estar muy agradecido por lo que hiciste muchas veces por mis familiares, y por todo lo bueno que siempre se ha hablado de ti desde fuera; eras un medico extraordinario con una calidad humana espectacular, no hay otra forma de verlo que no sea así.
Te echaremos de menos pero tu legado quedará para siempre entre el pueblo de Cangas como una hermosa leyenda y un hijo predilecto de una población que te vio ser la persona que fuiste.
A partir de hoy el barco zarpa sin ti, pero en cada rumbo que tome el buque siempre estarás en el pensamiento de todos. Solo nos resta enviar un abrazo y nuestra condolencia a su familia y sus amigos.
Descansa en paz, doctor Benigno Villoch.