Cuidado con la "carabela portuguesa") Los bosques autóctonos no se queman

Xerardo RODRÍGUEZ
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CUIDADO CON LA “CARABELA PORTUGUESA”

Pasear por la playa es lo más sano, respirando ese aire yodado fresco que curte los rostros marineros. Así que, para no ser menos, volví a Corrubedo tras disfrutar en Ribeira de la Festa de la Dorna, en donde me hablaron de la “falsa medusa” a la que llaman los científicos Physalia physalis, pero que los de a pié, sobre todo los del Barbanza, conocen como “Carabela Portuguesa”, por su curiosa forma.

Como quiera que todas las playas están a tope huyendo del calor y buscando conchitas para los nietos, te aviso: ten cuidado porque es bella pero venenosa. No te mata, pero te amarga unos días. Porque se trata de…

—- Una colonia de pólipos o medusas más pequeñas y se caracteriza porque está coronado con una cresta con forma de vela a la que debe su nombre común y que le permite desplazarse impulsada por el viento, las corrientes y las mareas.

Así lo explica la científica María Calvo que incide en que llegan a nuestras playas arrastradas por las corrientes marinas puesto que no saben nadar. El viento les empuja hacia la costa.

LOS BOSQUES AUTÓCTONOS NO SE QUEMAN

Con estos calores el riesgo de incendios es muy alto, sobre todo en los montes que están repoblados de pinos y eucaliptos, los que suponen el mejor combustible maderero; todo lo contrario de los bosques autóctonos, protegidos por una ley autonómica. 

El Consello de la Xunta aprobó en su día un decreto por el que se regula el registro de masas consolidadas autóctonas, que supone el 20% del terreno forestal gallego, casi medio millón de hectáreas.

Estas zonas están pobladas de carballos, castiñeiros y bidueiros, principalmente, son muy frondosas y suponen los auténticos bosques del país. Cuídalos, porque en esta época de destrucción que vivimos a nosotros es lo que nos queda.