O "São João de Braga", "santo popular" e... muitíssimo mais

rbtribuna
Fotos : ARAÚJO MACEIRA
Se aconseja click sobre cada foto que quieran ver a mayor tamaño y calidad
---
Quien conozca de cerca lo que es y representa el llamado "São João de Braga" sabe muy bien que no hay santo más querido, tan especialmente querido por los bracarenses. Es patrón de la ciudad y con unánime respaldo. Y eso se pone de manifiesto cuando llega cada año el 24 de junio.


La condición de "santo popular" (santo del pueblo) convierte la jornada, de misas y procesión solemne, de gran manifestación popular en las calles, en todo un acontecimiento difícilmente descriptible pues no hay duda alguna que la espontaneidad, la devoción, el sentimiento de arraigo, la comunión entre el pueblo liso y llano y "el santo"..., esto y mil cosas más, se entremezclan en un todo, para el que no hay palabras que puedan al completo y bien describirlo, porque las emociones afloran, los sentimientos están a flor de piel y el amor que los habitantes de Braga tienen por "su" São João no es comparable a nada, sencillamente, porque es algo único...


Cuando en aquella calle del casco antiguo de Braga, procedente de su iglesia de São João de Souto, camino de la Catedral, después de las cinco de cada tarde de un 24 de junio aparece la figura de San Juan Bautista ("o São João de Braga") las emociones se desbordan, unos cantan, otros rezan, una enorme mayoría lanza flores, un mar de pétalos de flores inconmensurable cruza los aires, hasta que "el santo" se detiene, gira en su "andor" y queda viendo hacia la plaza del Largo do Paço, donde está el rectorado de la Universidade do Minho...


En la plaza, abigarrada multitud que espera desde unas dos horas antes para coger buen sitio desde donde ver, este año la Câmara Municipal no ha colocado unas cómodas gradas donde la gente sentarse... y hace un calor bestial : 38 grados. Pero la gente aguanta a pie firme, porque es el sitio de toda la vida, donde São João se detiene porque el pueblo de Braga va a cantarle, va a aclamarle, en el camino de su traslado hacia la Catedral, para desde allí iniciar la procesión oficial.




Durante minutos y minutos la lluvia de pétalos es incesante, el Orfeón de Braga inicia los cánticos que culminan con el propio "Himno de San Juan de Braga", himno que toda la plaza abarrotada canta al unísino... Alguien espontáneamente grita viva São João! y el viva! atronador del resto del gentío se hace inmediatamente presente... La imagen de São João reanuda ahora su camino, calle abajo, camino de la catedral, mientras desde los balcones y aceras de reanuda aquella impresionante lluvia floral sobre la imagen del santo cuyo himno dice bien claro que "é de Braga e... é bragués" por si quedase alguna duda o alquien quisiese apropiárselo, o para decir también que las fotocopias están muy bien, pero no es lo mismo... Demasiada historia y tradiciones tiene Braga, São João incluído, como para dejar que se le arrebaten sus méritos...












Tras la imagen de São João van camino de la catedral parte de las gentes que van a figurar en la procesión, convenientemente ataviados


Y siempre, acompañando "al Santo" en el traslado hacia la Catedral y en el traslado posterior, al final de la procesión, desde la Catedral a su "casa" de la iglesia de São João de Souto, la Banda de Cabreiros, la que ejerce como Banda de Música de Braga (la única que existe en el municipio, cuya fundación data de mediados del siglo XIX)





Tras el paso de la imagen del Santo por las calles de Braga, los suelos quedan así...


Finalizó la procesión, los sacerdotes y arzobispo, las otras imágenes, se recogen en el interior de la catedral. Los populares, la gente del pueblo, no marcha de allí, se queda alrededor de la imagen de São João, para que no vaya solo camino de su iglesia... Le va a acompañar un gentío detrás, cantando su himno repetidamente, como repetidamente lo interpreta la Banda de Cabreiros, que va a su lado... Es como una procesión sin sacerdotes, solo con la cruz de guia parroquial delante, esta que no deja de ser una espontánea manifestación popular, el traslado al final de su gran jornada, de la imagen del Santo, a la iglesia donde "reside" durante el resto del año...

Allá va "São Joáo de Braga", cuesta arriba, por las calles de la llamada "Braga eterna"...


Ya casi llegando a su iglesia de São João de Souto...

La imagen, ya a la puerta de su iglesia, mientras la "Rusga de São Vicente" canta en su honor en la despedida... Antes, la Banda de Cabreiros, incansable, ha interpretado con toda solemnidad, otra vez, el himno de "São João de Braga"...

Muchos de los que allí están no pueden contener la emoción del momento y las lágrimas afloran en no pocos rostros. ¡São João é muito...."

Como es lógico, el párroco aparece ya en escena final...

Alguien de la "Rusga de São Vicente" grita tres veces "Viva São João! y el enorme gentío congregado responde con encendido "Viva! las tres veces. Es cuando ya la imagen va hacia atrás para entrar en "su" iglesia. No hay santo más querido, no hay tradición más arraigada que esta del "São João de Braga"

La "Rusga de São Vicente" y la Banda de Cabreiros (sus portavoces) enlazan brazos y bailan mientras la Banda toca, a modo de despedida del lugar... el público no se marcha, allí sigue

El director de la Banda de Cabreiros, agotado tras una jornada tan grande en calor y emociones

Una excelente banda de música, sobre la que puede Braga sentir orgullo