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Escribíamos en días pasados sobre la gloria de los "Cristiano´s Ronaldo´s da ferrovia". El ejemplo de un país que de la dificultad y la estrechez siempre supo hacer virtud", para glosar la brillantísima labor que se realiza en los talleres de recuperación de trenes que la CP (Comboios de Portugal) tiene distribuidos por la geografía portuguesa.
Dentro de eso, también hoy toca hablar de la millonada anual que la CP (como la Renfe, en España) se gasta en borrar las pintadas que en los trenes hacen con enorme frecuencia y desahogo, esos malvados pseudo-grafiteros que lejos de darse vergüenza a si mismos, prosiguen un día sí y otro también, en la práctica deleznable que les ocupa. Esta gentuza -no merecen otra denominación- debería sufrir mucho mayores castigos y penas que las que se les otorgan, en las pocas veces en que se les detiene.
No es el daño que hacen, en sí muy importante y costoso. Es que mientras ese daño se repara (y no es tan fácil levantar la mierda esa que con sus sprays en los costados de los trenes depositan) pasan muchos días... demasiados, en los que la ciudadanía se queda privada, a veces, del servicio ferroviario, sencillamente porque no hay trenes disponibles en algunos casos, pues los comboios -pintados por esos bárbaros- están en los talleres, como el de las imágenes, para volver a ser lo que fueron, automotores dignos, en los que sea posible algo tan elemental, como es ver a través del cristal de las ventanillas; esas ventanillas que habían sido pintadas hasta arriba incluso por esos degenerados.
Deberían ser condenados a limpiar wáteres durante años. Así estos tipos aprenderían lo que vale un peine. Ya está bien de este terrorismo grafitero, que cuesta millones al año y muchos días en los que un tren tiene que estar parado, en vez de estar transportando viajeros. Es evidente, así, que quienes desde las viles pintadas inviabilizan un tren, no hacen otra cosa que atentar contra la propia Sociedad, a la que están privando, aunque sea temporalmente, de sus medios de transporte.
En la imágenes, trabajos de otros "Cristiano´s Ronaldo´s da ferrovia" para eliminar pintadas y pintar de nuevo un automotor, esta vez en unos talleres de Figueira da Foz.
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