Un artículo muy oportuno de Xerardo Rodríguez, en su imprescindible www.galiciaunica.es sobre determinadas acciones que se llevan a cabo relacionadas con el Xacobeo 2021. Tiene mucha razón en lo que dice... Convendría que, quien corresponda, tome la debida nota.
Están a preparar el nuevo Xacobeo 2021, marca que ya vemos en todas partes, aunque nadie sabe a ciencia cierta sí los fastos lúdicos, culturales y religiosos podrán celebrarse en medio de la “futura normalidad” que nos espera.
Hacen bien los encargados de la organización de los eventos en seguir a lo suyo, como si nada estuviese ocurriendo alrededor; porque, suponiendo que todo vaya a mejor y el bicho se muera porque le llegó la hora, es necesario echarle imaginación al programa y convencer al turismo internacional de que el Año Santo Compostelano, como le dice el Cabildo catedralicio, es una buena opción espiritual con complementos lúdicos para dar sentido a las vacaciones.
Después de tanto sufrimiento que hemos padecido este año, lo espiritual va a tirar mucho de la gente, sobre todo de esa que se acuerda de Santa Bárbara solo cuando truena.
A ver. Nadie peregrina a Santiago exclusivamente para ir a misa y darle un abrazo al Apóstol, eso es cierto, pero tenemos muchas cosas que ofrecer además del rezo y los místicos aspectos de la ruta. Por ejemplo, la gastronomía, un gran atractivo para los caminantes o para los turistas.
Días pasados el Xacobeo nombró cocineros-embajadores a un grupo variado de especialistas, la mayoría con estrellas Michelín, un premio cada día más comercial y menos justo, por lo que se desprende de quienes hacen de jueces todos los años -los mismos papantes de siempre- y de quienes se llevan el galardón, que al parecer lo obtienen siempre los mismos, como si fuera de su propiedad.
Yo no estoy de acuerdo con esos nombramientos, no sirven para nada.
Esos señores –salvo excepciones- ni comunican bien ni tienen ganas de hacerlo. Y además, sus platos no pertenecen precisamente a la variadísima gastronomía gallega, que es lo que aquí viene buscando la gente y lo que realmente vende el sabor a país. Creo que en Galicia y gratis hay una legión de embajadores capaz de conquistar a los paladares más exigentes.
Imaginaos que encontramos a la gente apropiada para contar las bondades de nuestro buen producto entre los naseiros de Moaña, los percebeiros de Cedeira, los mariñeiros de a Costa da Morte, los bateeiros de las Rías Baixas, las mariscadoras de O Vicedo, los boniteiros de Burela, los langosteiros de A Garda, los pulpeiros de A Illa, los… ¡Nadie sabe venderlo mejor que ellos!
Si al lado le ponemos a las cocineras tradicionales, esas que rezuman simpatía y aprendieron a cocinar en la escuela de hostelería de sus abuelas… Y también a algunos famosos papantes -hay mucho gallego entre el famoseo- tendríamos un sinfín de magníficos relatores de lo que realmente nos distingue.
Imagínate que cada “trío de embajadores” nos enseña a pescar el producto, nos descubre cómo se cocina y nos dice a que sabe. Y eso se lo regalamos a las operadoras de televisión con marcado acento turístico de todo el mundo envuelto en un programa con vistas panorámicas de los Caminos de Santiago y con el fondo musical que encontramos en nuestras raíces.
Imagínate lo que sería un gran spot gastronómico-ecológico-musical emitido para audiencias millonarias…
¿A qué es mucho más interesante y novedoso que volver a traer a esa gente que de lo que nos sacia es de aburrimiento?
Pues ya saben los señores sobre los que recayó el honor de organizar el Xacobeo 2021, lo que importa es dar a conocer lo nuestro con nuestra gente. Esa que nos hace sentir orgullosos de ser gallegos.