La postal de "Somos Agro" nos recuerda que la Vendimia es un salvavidas para no pocos parados

 Los de "Somos Agro", el suplemento semanal tan interesante de "la Voz de Galicia" nos han hecho llegar su postal de esta semana. Dice así : 

La llegada de la vendimia es un flotador para muchos desempleados con problemas para encontrar trabajo. La Fundación Amigos de Galicia ha lanzado una campaña para que bodegas de las comarcas de O Ribeiro y Valdeorras, en Ourense, así como en las de O Salnés, por Pontevedra, contraten a estas personas. Luis Enrique Yaselga, un ecuatoriano que llegó a España en 1999, es uno de los que ha logrado trabajo entre viñedos. La suya es una de las historias que aparecen en este reportaje de La Voz. 

El bum del porco celta, el bombero que limpia el monte y ayuda a repoblar el rural 
Tienen menos de 38 años. Sus historias son muy diferentes. Algunos tenían un nexo de unión con el campo. Otros no. Pero hay algo que los agrupa a todos: el porco celta, un animal en peligro de extinción que ha conseguido que Marcelino Soto, en Ponteareas; Lucas Cabanelas, en San Amaro; Laura Sánchez Couceiro, en Oza-Cesura; Diego Pena, Diego Gómez y Oscar Mosquera, en Monterroso; Fernando Calviño, en Vila de Cruces; Xosé García Freire, en Pantón; Laura Sánchez Presedo, en Vistalegre de Laracha; Nando López, en Mondoñedo; Martín Touceda, en Cenlle (primera aldea modelo de Galicia); David Fraiz, en Boborás; Magdalena Caride, en Vilamarín; Manuel Lamas, en Monterrei, y Maica Expósito, en O Saviñao, hayan puesto una pica en el campo.

La lluvia llegó a tiempo para salvar la cosecha de forraje 
Las condiciones climatológicas están cambiando tanto que incluso amenazan con dejar obsoletos los refranes. Sin ir más lejos, la famosa agua de mayo por la que tradicionalmente clama el campo _y la de junio y la de julio_, llegó este año en agosto. Tras más de cuarenta días de sequía _en los últimos tres meses apenas se registraron una decena de jornadas verdaderamente lluviosas_ las borrascas trajeron las primeras precipitaciones. Con ellas llegó también la alegría al campo y el alivio para los cientos de agricultores.

Cuatro días para descargar 70.000 toneladas de maíz en el mayor puerto de cereal del noroeste 
Un desfile de camiones se atisba a lo lejos a medida que se entra en el puerto exterior de A Coruña, en punta Langosteira. Avanzan y se detienen frente a una tolva gigante en la que una grúa deja caer el maíz que va sacando del único buque atracado esa mañana en el puerto. El barco atravesó el Atlántico procedente de Brasil, cargado con 70.000 toneladas de maíz. Cuatro días han tardado en descargarlo en el mayor puerto cerealístico del noroeste. Desde Agafac analizan todo el grano con su método Galis para comprobar que cumple los estándares de calidad europeos.

Apicultores gallegos alertan de «una explosión de ataques» de velutina 
Las picaduras de velutina vuelven a protagonizar otro verano más en Galicia. Así lo explican desde la Asociación Galega de Apicultura (AGA): «Neste mes de agosto estamos a asistir á explosión de ataques do tártago negro de patas amarelas ás persoas, froitas e abellas». Además, advierten de un descontrol de la plaga en varios sectores, como el apícola, vinícola, forestal, social o ambiental.

Un nuevo método aumenta la rapidez en la reproducción de semillas bajo cubierta
En una parte de la basta extensión de terreno que rodea el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM), en el concello Abegondo, hay una especie de invernaderos que destacan a lo lejos. Ese espacio está dividido en diez compartimentos con un techo en arco. No es casual porque esa disposición permite que no se acumule agua en el interior. La construcción forma parte de un nuevo sistema patentado por este centro dependiente de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria (Agacal) para multiplicar semillas de especies pratenses o cereales de invierno. El objetivo es promover la biodiversidad conservando el patrimonio agrario propio de Galicia y protegiendo los bancos de germoplasma..

La herida causada en el sector agroalimentario por la guerra de los aranceles no cierra
El choque entre los dos gigantes de la industria aeronáutica, Boeing y Airbus, vertió en octubre del año pasado una lluvia de cascotes sobre el sector agroalimentario europeo. Diez meses después, con una pandemia por medio, las piezas de aquel choque continúan minando campo y mar. Tanto España como la UE esperaban que el presidente norteamericano Donald Trump fuera más flexible y retirara los aranceles adicionales del 25 % que impuso en octubre a algunos productos agroalimentarios. Sobre todo después de que el Ejecutivo español acordara el pasado 23 de julio con Airbus modificar los términos de las ayudas de lanzamiento concedidas al A350 para adaptarlas a precios de mercado. Pero Donald Trump no lo fue. Aunque la sangre no llegó al río porque no subió las tasas a los productos españoles como especulaban algunos, no cerró la herida porque tampoco las retiró.