A lo largo de lo que queda de este verano está prevista la puesta en servicio del tramo Zamora – Pedralba de la Pradería, así como la del sistema ERTMS Nivel 2 en el tramo Madrid – Olmedo – Zamora, ambos pertenecientes a la línea de alta velocidad Madrid-Galicia.
El sistema ERTMS nivel se encuentra en la fase final de puesta en servicio en el tramo de alta velocidad Madrid-Olmedo-Zamora. La implementación del nuevo sistema de control de tráfico permitirá acortar los tiempos de viaje entre Madrid y Zamora, a la vez que aumentará el grado de capacidad, fiabilidad y disponibilidad de las instalaciones, permitiendo una explotación más eficiente.Pruebas de carga
El tramo Zamora-Pedralba, de 110 kilómetros de longitud, se encuentra también en las últimas fases previas a la puesta en servicio, una vez superadas las pruebas de fiabilidad, con la formación de maquinistas. El objetivo es poder solicitar la puesta en servicio a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria a lo largo de lo que queda de este verano. Este tramo, curiosamente, tenía que haber entrado en servicio en 2016... y fue acumulando retraso tras retraso.
Por su parte, el tramo Pedralba-Ourense, de 116 kilómetros, se encuentra en fase muy avanzada de ejecución de superestructura, con un horizonte de puesta en servicio el año próximo.
El éxito del complejo proceso de construcción y puesta en servicio de la línea requiere una total implicación de un amplio equipo multidisciplinar de Adif y Adif Alta Velocidad, formado por las áreas de construcción de infraestructura y vía, de energía, de control, mando y señalización y de telecomunicaciones, además de las áreas de instalaciones, suministros, recursos, circulación, gestión de capacidades, dirección técnica adjunta, mantenimiento, pruebas de carga, protección y seguridad, gestión de riesgos, puestas en servicio e interoperabilidad y seguridad en la circulación, así como del personal de las asistencias técnicas.
Pruebas de ERTMS
También es necesario contar con agentes externos como es el caso de los organismos de evaluación independientes, organismos de verificación de interoperabilidad y empresas ferroviarias.
Una vez completada la construcción, la etapa final de pruebas y puesta en servicio consta de varias fases, que pasan por la puesta a disposición de la infraestructura para pruebas de ERTMS hasta 200 km/h, la auscultación de vía y catenaria hasta velocidades máximas del cuadro de velocidades máximas, las pruebas de ERTMS a velocidades superiores a 200 km/h y varios trenes, los recorridos de fiabilidad de la línea y por último la formación de maquinistas.
Finalizadas estas fases, para la obtención de la autorización de puesta en servicio que emite la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria es necesario aportar los expedientes elaborados a lo largo de todo el proceso constructivo y de puesta en servicio que evidencian que se ha cumplido con la normativa de aplicación. A este respecto, resultan de especial relevancia la aplicación de Métodos Comunes de Seguridad para evidenciar la gestión del riesgo realizada a lo largo de todo el proceso constructivo y de pruebas y puesta en servicio, la de Especificaciones Técnicas de Interoperabilidad (ETI) de todos los subsistemas que se ponen en servicio y la de la Normativa de la AESF referente a los procesos de puesta en servicio (Orden FOM 167/2015, RT 1/2015).
Fuente: Vía Libre