La tarjeta tiene una duración inicial de tres meses y se recarga automáticamente mes a mes. Su cuantía oscila entre los 450 y los 900 euros trimestrales, en función del número de miembros de la unidad familiar. Hasta el momento, el 40% de las tarjetas concedidas se dirigen a familias de tres o más personas —con 300 euros mensuales—. Un 35% de las tarjetas se destinan a familias de una única persona —de 150 euros al— mes y el 25% restante se corresponden con las otorgadas la familias de dos personas —con 200 euros de saldo cada mes—. En función de estos criterios de composición familiar, las cerca de 2.900 tarjetas básicas concedidas benefician ya a un mínimo de 6000 personas.
Esta iniciativa se encuadra en el Plan de recuperación social de Galicia aprobado con el fin de atender a las necesidades más urgentes surgidas a consecuencia de la covid-19. Las tarjetas pueden solicitarse en las sedes comarcales de Cruz Roja o a través de los servicios sociales de los ayuntamientos por medio de un trámite sencillo; y el tiempo medio de espera para recibirla es de tres días. Se trata de que las gallegas y gallegos con dificultades puedan hacer uso de la tarjeta en el menor tiempo posible y recuperarse así de las consecuencias económicas generadas por la emergencia sanitaria de la covid-19.
Una de las principales características de esta tarjeta es que no estigmatiza a las personas que reciben ayudas sociales, ya que permite a las personas con bajos ingresos que están atravesando dificultades económicas beneficiarse de esta ayuda de manera anónima.