No es oro todo lo que reluce en las obras finales de las vías del Ave a Galicia...

Lo del AVE "gallego", sus vías e infraestructuras, tiene tintes de cachondeo. 
A la Conselleira Ethel, la señora que está al frente del Adif no le hace ni puñetero caso, la ve por encima del hombro...  ¡Claro, llamarse Vázquez no está considerado demasiado aristocrático!. Pero ironías aparte, la realidad es la que es...

Repetía muchas veces el compañero de profesión y sin embargo amigo, Francisco J. Gil Fernández, que "la verdad es la verdad, la diga Agamenón, la diga su porquero...". 
Y se supone que en la reiterada y justa petición de la Conselleira de Infraestructuras de la Xunta, para que el Adif se avenga a reunirse y dar explicaciones de lo que se está haciendo, de lo que faltaría por hacer... el problema está en que si se reunen y dan cuentas, ¡ay, se descubre la tostada!. Por eso, mejor es dar largas, no hacer ni caso a la tenaz Conselleira de la Xunta y... cuando todo se acabe ya les diremos que hemos terminado. Cabe -por qué no?- esta interpretación del actual estado de cosas.

Y esto es así porque este domingo, Francisco J. Gil, que es un estupendo cronista del mundo ferroviario, presenta un documentado trabajo en La Región, de Ourense, sobre cómo el asunto de la recta final de las obras del AVE es una... acumulación de retrasos. Con fotos aéreas incluso, con datos y detalles, Gil Fernández retrata al Adif de la señora Pardo de Vera y descubre el pastelito. Ahora ya sabemos por qué la señora en cuestión da largas -injustamente- a la otra señora con despacho en la Xunta y que tiene una hermana gemela, además de ser una señora muy educada, afable y cordial... espejo donde deberían de verse muchos personajes públicos, provengan o no de tiempos pasados aristocráticos.

Dicho lo que antecede, vamos al grano, entren en el link que sigue y disfruten del buen trabajo-denuncia de Francisco J. Gil en "La Región", este domingo.


Imagen de Marcos Conde/Manuel Gil, este domingo, en "La Región".