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Por tercer día consecutivo, repetimos : "Cuando el Otoño llegue... sabe Dios cómo andaremos"

Periódico "Europa Sur". Una nube de sombrillas atestaba la playa de los arenales de Bolonia, en Tarifa, Cádiz.
Situaciones así no son precisamente las más deseables. Y proliferan por España adelante...
Braga, este fin de semana pasado por la noche. Barrio antíguo, cerca de la catedral. Ni distancia, ni máscaras, ni gaitas. Como bien denuncia "Correio do Minho", cientos de personas que no cumplían las reglas...


Imagen del diario "Alerta". Playa de El Sardinero, Santander.
Todos bien revueltos... cuando unos van, otros vienen, sea hacia el mar, sea hacia la arena... en esos
cruces, no hay mascarilla e imposible -por lo que se observa- que haya los dos metros deseables
de distancia social... ¿A dónde nos llevará el relajo que se observa...?.

Imagen de Ferrol, en este sábado-noche. Y eso que las "sombrillas" disimulan...
Seguimos jugando con fuego... Casco viejo, cientos de congregados.
Ni máscaras, ni distancias, ni leches...
(In Twitter)

Entonces, siendo esto lo que sigue proliferendo, y las imagenes son simples ejemplos, por tercer día consecutivo y aunque sea predicar en el desierto, déjennos repetir la cantinela...

A la vista de un buen número de alarmantes fotos de este fin de semana que hemos visto en las redes sociales, no nos queda otra que repetir lo que publicanos ya dos veces, hace tan solo 24 y 48 horas. Por si alguien no lo leyó... y tiene a bien leerlo. Gracias.

Todo lo arreglan los políticos hablando de test, en muchos casos con una alegría y una ignorancia infames, como si un test fuese la garantía eterna del "no hay enfermedad que lo dice el test"; como si el test fuese infalible; como si hoy el test no pudiese decir blanco y dentro de dos o tres días no pudiese el individuo estar negro... como si se pudiese estar haciendo un test -que fallan más que una escopeta de feria- a cada persona y cada día.
Mientras, lo básico, lo absolutamente elemental, lo que debería de ser un machaca mañana-tarde-noche por la tele, por los medios : máscara en cuanto sales a la calle + distancia en todo momento + evitar en lo posible locales cerrados + no confiarse ni confiar en nadie en momento alguno... eso, que si todo el mundo lo aplicase mucho mejor nos iría... eso anda así, cada dos por tres cojo, cada dos por tres incumplido.
Pero claro, si los que tienen que dar ejemplo, muchas veces no lo dan... si los que decían exigibles dos metros de separación ya lo bajaron a uno y medio; si los que hablaban de aforos reducidos ya hablan de reducidos pero menos; si los que tal... ahora, en muy poco tiempo, ya dicen cual...
¿cómo coño no va a haber rebrotes?.

Luego le echarán la culpa a cuatro foráneos que por la puerta entraron, como si eso fuere el único problema, como si pudiésemos vivir encerrados en una burbuja. Y volveremos a empezar. Y entonces sí, como haya que volver a un confinamiento de tomo y lomo, entonces sí, todo definitivamente se irá al carajo.
Por eso : cuando el Otoño llegue... sabe Dios cómo andaremos : de virus y de bienestar económico-social.
Sabemos, eso sí, que no sabemos nada. Es todo lo que podemos saber. 
Que Dios nos pille confesados.


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