El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, aseveró hoy que la pandemia puso a prueba a España de las autonomías y se demostró que son precisamente las autonomías el punto fuerte del Estado, “y no el talón de Aquiles que algunos quieren ver”. Asimismo, trasladó el deseo de que lo que dio en llamarse nueva normalidad dé paso igualmente a una nueva normalidad política que se inspire en los valores que se aportan desde algunas autonomías.
Durante los Encuentros digitales de Europa Press, Feijóo recordó que a lo largo de estos últimos años tanto el proyecto independentista como el neocentralismo mostraron sus profundas carencias, mientras que el autonomismo solidario y arraigado en los territorios, se afianzó con creces.
De este modo, abogó por trasladar al cráter de la política nacional el “sosiego dinámico” de autonomías como la gallega, con independencia de su signo político. “Digo sosiego dinámico y creo que digo bien, porque Galicia siguió anticipándose con políticas *proactivas que no dejan espacio para discusiones improductivas”, subrayó, refiriéndose, además de otras iniciativas, a la constitución inmediata de la comisión interdepartamental para gestionar la covid-19; a la constitución del comité clínico de expertos sanitarios, para establecer los protocolos de actuación; o a la creación del comité de expertos económicos, formado por personas procedentes de la economía teórica y aplicada y del mundo de la empresa, con el objetivo de diseñar los proyectos acomodados para reactivar y dinamizar la economía gallega. Además de la puesta en marcha, junto a las entidades sociales, de un plan de recuperación social, para dar respuesta a los problemas de las personas más vulnerables.
“Todo eso manteniendo el presupuesto de la comunidad que reorganizamos y siendo favorables a la contención del déficit público y de la deuda pública”, dijo, recordando que, al mismo tiempo, Galicia practicó una lealtad crítica con la Administración central, aportando ideas y propuestas.
Sobre este punto, reiteró el desacuerdo de la Comunidad con el reparto de los 16.000 millones de euros comprometidos por el Gobierno central; “ni tampoco estamos de acuerdo con una agresión al sistema industrial gallego, con decisiones o indecisiones que ponen en peligro a la industria del aluminio primario y a las industrias que se sitúan en las zonas marítimo-terrestres”, dijo.
A lo largo de su intervención, el presidente de la Xunta incidió en que la Comunidad gallega forma parte de esa política nacional, de esa política de Estado que no está basada en el ruido, sino en una estabilidad asentada en una mayoría cordial y útil, en una mayoría que se concibe como un medio para garantizar mejor la convivencia y la cooperación, y no como un fin en sí mismo. “Y esa estabilidad y esa mayoría, a su vez, permiten adoptar medidas, anticipar respuestas y lograr resultados apreciables, apreciados y constatables en todo tipo de baremos”, concluyó.