La conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, firmó hoy este acuerdo de colaboración con el rector de la Universidad de Santiago de Compostela, Antonio López y con los representantes de las empresas operadoras del agua Viaqua, Gestagua, Emafesa, FCC Aqualia y Espina y Delfín.
Vázquez Mourelle indicó que gracias a los investigadores hoy se sabe que las aguas residuales contienen restos del virus hasta una semana antes de que aparezcan sus síntomas en la población afectada. Subrayó que gracias a esta investigación será posible crear un sistema de alerta temprana que permita adoptar con la mayor agilidad las medidas de contención necesarias para frenar la expansión del coronavirus y evitar contagios masivos.
Al amparo del convenio, que tiene una vigencia de dos meses prorrogables durante otros dos, se rastreará la presencia del virus en las aguas y, sobre todo, en los lodos resultantes de los procesos de depuración de siete estaciones: Vigo, Ferrol, Viveiro, Lugo, Ourense, Santiago y Ribeira.
La iniciativa es una suma de la investigación del Instituto Cretus de la USC, del conocimiento de Augas de Galicia sobre las redes de saneamiento y de la colaboración de la Sanidad Pública gallega, a través del Hospital Álvaro Cunqueiro, para la realización de PCR.
Este acuerdo también cuenta con la cooperación de las empresas responsables de la explotación de las 7 depuradoras incluidas en este proyecto, sumando una inversión total de 48.000 euros.
La conselleira recordó que Augas de Galicia también forma parte de un estudio orientado a seguir el comportamiento de la covid-19 a través de bioindicadores marinos.
A este respecto, subrayó la importancia de que se desarrollen iniciativas investigadoras que permitan disponer de un conocimiento más extenso y profundo de la amenaza del coronavirus.
En su intervención la titular de Infraestructuras y Movilidad también quiso reconocer y agradecer el trabajo de los profesionales del agua y su actuación “ejemplar” durante la pandemia. “Con anticipación, con planificación, con planes de contingencia, con provisión suficiente de material y, muchas veces, con importantes sacrificios profesionales, se ocuparon de que, en todo momento, tuviéramos agua de calidad”, señaló.