En la primera jornada de vuelta a la actividad, las unidades móviles atendieron alrededor de 45 pacientes a los que se les realizaron las exploraciones con resonancia magnética solicitadas por el especialista, unos quince pacientes en cada una de ellas, lo que supone una ligera reducción respecto de la veintena de pacientes que se atendían en condiciones normales, y sin la amenaza del coronavirus. Esta merma se debe a la aplicación del plan de contingencia que se estableció para evitar contagios y que incluye, entre otras actuaciones, la desinfección de la sala y el equipo con cada paciente, el mantenimiento de las distancias establecidas y el uso por parte de los pacientes y del personal de la unidad de los correspondientes elementos de protección individual.
Con la reactivación de este sistema asistencial, el alta tecnología diagnóstica vuelve a viajar hasta donde está el usuario, siguiendo unas rutas planificadas en colaboración y de manera coordinada con los hospitales a los que este equipo da servicio, de modo que todos ellos dispongan de la resonancia con una periodicidad similar. Además, la flexibilidad de esta fórmula permite adecuar el tiempo de permanencia en cada hospital y la orden en el que acudirá la cada centro, en función de las variaciones de la demanda. Gracias a los avances de la telerradiología, las imágenes de la prueba llegan en tiempo real a la consola de trabajo de un radiólogo con años de experiencia en informar resonancias mientras el paciente y su familia se ahorran un largo desplazamiento.
Se calcula que desde el 11 de septiembre de 2006, fecha en lo que entró en funcionamiento a primera de las unidades de este servicio, los pacientes de los hospitales comarcales a los que se realizaron resonancias magnéticas en estos equipos se ahorraron más de 22 millones de kilómetros de desplazamientos
Desde aquella fecha en la que se llevó a cabo a primera resonancia magnética en una unidad móvil hasta finales de 2019, se realizaron 183.147 pruebas a un total de 151.230 pacientes que residen en el ámbito geográfico de los siete hospitales comarcales de Galicia.
Por lo que se refiere al último cómputo anual, en el año 2019 se realizaron en las unidades móviles de resonancia magnética del Servicio Gallego de Salud 21.105 resonancias magnéticas a un total de 18.064 pacientes.
Por otra parte, disponer de tres equipos móviles de resonancia magnética garantiza al sistema público la posibilidad de utilizarlos para cubrir el requerimiento de cualquier hospital del sistema como apoyo para resolver de manera puntual un pico de demanda o si se produjera un incidente que obligara a interrumpir momentáneamente la actividad de la resonancia instalada en ese centro.
Desde el punto de vista tecnológico, estas unidades móviles llevan instalados equipos de resonancia magnética de alto campo, de los más avanzados que existen actualmente en Galicia, con capacidad para realizar todas las exploraciones posibles, desde las más sencillas hasta las de mayor complejidad, con la máxima calidad diagnóstica.
Estas unidades permiten aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología actual, al adquirir imágenes de RM sin desplazar a los pacientes (telerradiología), imágenes que son analizadas la distancia por radiólogos expertos con acceso a la historia clínica de los usuarios. Este sistema, mejora los tiempos y la calidad de los informes, evita la repetición de pruebas, al estar accesibles para consulta por los clínicos en su propio centro de trabajo, y posibilita la colaboración y formación en red de los radiólogos implicados.
La puesta en marcha de estas unidades tiene un importante carácter de reequilibrio territorial, al facilitar el acceso al alta tecnología de toda la ciudadanía. Este sistema evita que miles de personas tengan que realizar desplazamientos a los hospitales de referencia, finalizando con los inconvenientes y el coste social y económico que estos traslados originaban.
Desde el punto de vista tecnológico, se consiguió que la población de las áreas periféricas disponga en su ámbito geográfico de la misma tecnología sanitaria que tienen a su disposición los habitantes de las grandes ciudades de Galicia, en un tiempo razonable y con la garantía de que los estudios diagnósticos tienen la misma calidad que los que se realizan en los hospitales de referencia.
En definitiva, la resonancia magnética móvil está demostrando ser un modelo innovador dentro del Sergas, que permitió optimizar el uso de los recursos sanitarios públicos de la forma más racional, avanzar en la prestación de servicios a los ciudadanos, reducir las listas de espera, responder al crecimiento de la demanda de resonancia magnética y acercar la tecnología a los hospitales de la red pública.