El ex alcalde vigués y prestigioso médico pediatra, el doctor Carlos González Príncipe, escribe hoy, en la Voz de Galicia un muy interesante artículo que se une, así también, a los atinados comentarios que viene haciendo en sus frecuentes intervenciones semanales en el programa nocturno informativo (22 horas) en la Radio Galega.Con la debida venia, reproducimos a continuación lo referido hoy por el doctor Príncipe, en La Voz.COVID-19, niños e iceberg
CARLOS PRÍNCIPE
Vamos camino de 21 días de confinamiento, las cifras abruman, no solo en España, este es un problema global y estoy seguro que no son solo esos cientos de miles los infectados registrados por la OMS ahora; creo firmemente que tras el estudio realizado en Islandia, esa cifra al menos se puede estimar multiplicándolo de entrada por 10, como en los icebergs que la parte visible es el 11 por ciento, y lo que esta bajo el mar, lo que no se ve, es casi el 90 por ciento. Esa parte que no se ve es donde impactó el Titanic y por eso se hundió, pese a que le llamaban el insumergible.
Todos los datos que se van publicando -aunque todos los gobiernos son cutres a la hora de explicar la distribución por edades de los enfermos confirmados- dicen que los niños se afectan poco y los que se infectan tienen cuadros más leves, la mortalidad es de menos del 0,2 por ciento, y en los tramos de menos de 10 años, casi inexistente.
La duda está en si las cifras de niños infectados son ciertas. Mi tesis es que no lo son y el estudio realizado en Islandia me reafirma en la sospecha. En esa isla se ha demostrado que más de la mitad de los portadores no tienen ningún síntoma, ni fiebre, ni tos, ni dolor de garganta, ni molestias... y sin embargo son portadores del maldito COVID-19 y lo que es peor, son transmisores.
La otra duda era -porque un estudio publicado en Taiwán suprime las dudas- saber si los niños eran transmisores del COVID-19. Pues bien : comparando los diagramas de contagios individuales y de adultos se ven que las curvas son simétricas y que los niños sí transmiten la infección a otros niños y adultos. Lo que sucede es que como los menores sufren menos la infección y tienen muy pocas complicaciones, les hacemos menos test y los infradiagnosticamos.
Estoy seguro que mis colegas y yo hemos diagnosticado como virosis respiratorias inespecíficas, como gripe o incluso como infección pulmonar o neumonía no filiada cuadros clínicos que de haber practicado test tendríamos positivos COVID-19.
Este mundo no piensa mucho en los niños, ni a la hora de hacer test para diagnosticarlos, ni a la hora de hacerles más tolerables las condiciones de confinamiento.
Se pensó en los perros pero ningún gobierno ni ayuntamiento, ni ningún legislador analizó que 30 días de aislamiento van a tener malas consecuencias para el equilibrio emocional de los niños y de sus entornos.
Si los menores están venciendo al COVID-19, la humanidad ganará. Por eso, por favor, pensemos en ellos; no votan pero son nuestro futuro.
* Carlos González Príncipe es Médico, Pediatra de atención primaria.
Dr. Carlos Príncipe, in "Galicia Única" |