Minuto 70, Moussa Marega, delantero del FC Porto, dijo basta, hasta aquí aguanté y... decidió marchar del campo. El delantero estaba harto de los insultos racistas que estaba recibiendo desde la grada del estadio "Afonso Henriques". El árbitro no tuvo las pelotas necesarias para parar el partido y advertir por megafonía que de repetirse los insultos pararía definitivamente el partido y se le daría por perdido al cuadro local, como aconsejan últimamente normas futbolísticas de combate del racismo en los terrenos de juego.
La reacción del futbolista del FC Porto tampoco fue de lo más ejemplar. Mientras se retiraba del terreno de juego realizaba gestos de desaprobación hacía parte de la grada, incluso se llegó a encarar con algún aficionado al que dedicó varias 'peinetas'. Algunos compañeros le calmaron y consiguieron que Marega cesara en los gestos obscenos, pero no en su actitud de abandonar el campo.
Tras marcar el africano Marega el segundo gol del FC Porto, le fueron arrojadas varias sillas negras desde la grada. Marega hizo lo que no debía de hacer, simular que se ponía una como casco protector. A partir de ahí, una masa de energúmenos la tomó definitivamente con el jugador de Mali, que había sido del Vitória de Guimaraes durante una temporada atrás. Insultos constantes, pero lo más grave, claras manifestaciones racistas... así hasta acabar con la paciencia del jugador que indignado optó por abandonar el terreno de juego, pese a que hubo jugadores -incluso del equipo local- que trataron de convencerle para que no lo hiciese.
La tensión creció y al final del match, el entrenador del FC Porto se mostró indignado, negándose a ir a la sala de prensa, a la habitual conferencia.
La Liga Profesional y la Federación Portuguesa de Fútbol emitieron casi al unísono duros comunicados de condena por el racismo manifestado por un grupo -no precisamente pequeño- de adeptos del Vitória de Guimaraes en los incidentes que nos ocupan. No se descarta que el estadio del Vitória de Guimaraes pudiese ser clausurado.
Tras el partido, el jugador publicó en Instagram una foto de adeptos del Guimaraes arremetiendo contra el y el devolviendo gestos y emitió unas palabras de condena y desprecio a quienes le faltaron al respeto y dignidad.
Social Plugin