Nos vendría bien rezar como antes...
NOS VENDRÍA BIEN REZAR COMO ANTES
No hubo alborada en la City. Lo sé porque… hoy sí he dormido bien, muy bien. Hasta madrugué para asomarme a la ventana. Lo hago por rutina, no por curiosidad de jubilado.
Don Felisindo, aquel cura bonachón de mi Cudeiro natal, siempre me decía…
—- ¡A quen madruga Deus o axuda!
La verdad es que cuando yo madrugo es porque mis achaques aún están dormidos.
¿Sabes? Hoy pienso en las vueltas que da la vida.
Cuando estaba próximo a los quince llevaba dos años acompañando al buen cura a Vilar de As Tres, cuya iglesia también atendía porque, en los años cincuenta, “ya había falta de vocaciones”.
Yo cantaba medianamente porque era del coro de los Salesianos y don Felisindo Grande Seara, -el gran amigo de mi abuela y de mi madre, confesor de mi padre y de toda mi religiosa familia-, me pedía el favor de que cantara en sus misas aquellos cánticos que hoy tengo olvidados.
De mi garganta salían entonces cantos-plegarias mientras pensaba en que a Dios –que tenía a favor a muchos de los grandes músicos del mundo- no podía gustarle aquella voz de niño repipi.
Pero no podía negarme. Todos apreciábamos mucho a don Felisindo. Se decía que el buen cura salvó a muchos de sus parroquianos del terror de la dictadura de Franco en aquella postguerra.
Sesenta y tantos años después aún me pregunto por qué derivé en un agnóstico cuando tenía todas las papeletas para haber sido, cuando menos, diácono… (Yo nunca podría aspirar a ser cura porque no podía ni con el latín… ni con el voto de castidad).
—- Debieron de ser las “malas compañías” y los “libros prohibidos” que tu madre escondía en el fallado. Porque ella era religiosa… pero tenía mucho de marxista, como los curas obreros de Madrid.
Aunque me parece a mí que, los agnósticos autodidactas lo somos porque leímos muchas novelas, algunos libros de Filosofía y nunca nos interesó la falsa Teología. La Biblia que estudié aumentó mis dudas existenciales porque la considero la mejor ficción de la historia.
Sin embargo, a veces pienso que a todos nos vendría bien rezar un poco, como cuando éramos pequeños, tal y como están las cosas...