Curiosa forma, muy curiosa, tiene la web americana «Matador Network» de ver nuestro país.
El título “Como enojar a alguien de Galicia, España” pudiera parecer lo que no es; porque lo que hace es ofrecer al viajero sabios consejos escritos por un gallego, sobre algunos aspectos sobresalientes de la comunidad. Por ejemplo, sobre la lengua…—- El “galego” es una de las lenguas oficiales españolas, junto con el catalán, el euskera y el castellano. La mayoría de la gente extranjera no sabe de su existencia -lo cual es un problema de márketing, porque todo el mundo sabe acerca de la existencia del catalán y el euskera-, pero eso no quiere decir que no sea una lengua en sí misma.
—– No se pueden esperar espectáculos de flamenco en Galicia. En lugar de paella, comen muchas verduras, patatas, carne de cerdo, pescado y marisco; y en cuanto al toreo, existe; pero no es popular.
—– Los gallegos son famosos por desconfiar de las cosas y las personas nuevas, por lo que necesitan tiempo para decidir si les gusta o no. Pero una vez que deciden que sí que les gusta, están de suerte, porque lo que han conseguido es llevarse una amistad para siempre.
—– Lo sabemos. Todos sus amigos gallegos se quejan constantemente sobre el gris y la lluvia en sus actualizaciones de Facebook. Pero no es tan malo. Además, hay una «conspiración nacional» de meteorólogos para difundir la idea de que una nube vive permanentemente sobre Galicia.
—– Ni se le ocurra añadir a todas las palabras «-iño». Todo el mundo tiene un acento. Sí, y los madrileños también. Así que, por favor, deje de tratar de hablar como nosotros lo hacemos, porque… en primer lugar, lo está haciendo fatal, y en segundo lugar, a pesar de que estamos sonriéndole, no lo encontramos divertido.
—– El futbolín, ¿de los alemanes? Cuidado con las afirmaciones y teorías sobre el origen del futbolín, porque pueden tocar la fibra del gallego. Y es que este maravilloso invento fue desarrollado por Alexandre Campos en el 1937, un chico de Finisterre cuya convalecencia en un hospital de Cataluña le llevó a buscar una forma para que él y otros niños de la clínica pudieran jugar al fútbol.
—– ¿Cómo que prefiere las playas del Mediterráneo? Estamos muy orgullosos de nuestras playas, y la temperatura del agua solo las hace mejores.
Y termina el trabajo diciendo…