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EL BOMBERO LE SACÓ UN ANILLO DEL PENE
A estas alturas, los amigos del imbécil que se puso un anillo en el pito para sentir más placer deben de estar muertos de risa por las escenas que tuvo que vivir.
La primera, llegar al Hospital “Alvaro Cunqueiro” y encontrarse con que en Urgencias no podían retirarle tal apósito y la doctora que le atendió tenía que llamar a los bomberos. Imagínate cuando el bombero de turno se dio cuenta de que aquel anillo tenía un grosor de tres milímetros y tenía que utilizar una herramienta especial.
Y finalmente, la guasa final del bombero contando los detalles de la “operación” para retirar “o anel do carallo do tipo”. Cuando le preguntaron si se había encontrado en otras situaciones similares, solo dijo…
—- Neste país hai xente para todo.
En un día como este, en el que, tras ir de vendimia se nos permite encontrar el rincón perfecto para que Mojito goce del intenso color del lusco fusco, no seré yo el que te cuente penas para que te enfurruñes y te quedes en casa, con las musarañas, la caja tonta y ese móvil nuevo que te calienta la cabeza con sus avisos.
Mañana, te digo, amanecerás con ganas de mar.
Xerardo Rodríguez