Elsa, Greta y... ¡Jesús Pérez Varela!
Elsa era mi compañera progre de Instituto. Sentada en los pupitres del medio, luchaba por pasar inadvertida entre la pléyade femenina del centro. Sus ideas revolucionarias sobre la lucha estudiantil no convencían a sus compañeras, más preocupadas por parecer guapas. ¡Eran otros tiempos!
Ella, no lo necesitaba, porque ya lo era. Guapa, digo. A todos los hirvientes adolescentes del aula nos tenía encandilados con su belleza despreocupada y con sus inteligentes argumentos antisistema. Fue la Greta Thunberg de mi época prerrevolucionaria. Me pregunto que habrá sido de ella. Siempre me acuerdo de Elsa por San Juan.
LA PRECAMPAÑA
(Como no sé hacer yoga ni meditaciones hindús lo mejor será que busque en la biblioteca algo de humor, lectura que me levante la paletilla, o una novela…)
—- Oye… ¡Ni se te ocurra volver a leer a Aldus Husley!
(Gloria lo dice porque la última vez que se me dio por viajar al futuro con el escritor inglés leyendo “La Isla” tuve que empezar una diaria dosis de Citalopram).
—- Tranquilo, hombre tranquilo. ¡De algo hai que morrer!
A todo esto, me sigo preguntando…
—- ¿Por qué Feijóo y Sánchez, aunque estemos en precampaña, se insultan y niegan un posible entendimiento de sus partidos para evitar un gobierno de coalición con las minorías perniciosas? ¿Hay tanta diferencia ideológica y programática entre PP y PSOE? ¿O solamente priva la ambición de poder?
—- El tiempo colocará a cada uno en su sitio…
—- Debería gobernar la lista más votada mediante un acuerdo parlamentario con la segunda fuerza, que es lo que desean la mayoría de los españoles, los que votan a ambos partidos.
Se me ha ocurrido otro recurso para tranquilizarme: escuchar “Carmiña Murana”, la gran cantante gallega que decía -porque siempre fue un cachondo- Jesús Pérez Varela.
(Ves, Gloria se acuerda de él y a mí ya me vuelve la sonrisa. Entre los nuevos políticos ya no quedan tipos así).