Editors Choice

3/recent/post-list

Ad Code

Responsive Advertisement

Recent in Technology

La vida en "A Raia", un oportuno reportaje de Xerardo Rodríguez

La edición de este sábado de la revista semanal www.galiciaunica.com que dirige Xerardo Rodríguez, presenta un interesante reportaje con excelentes y variadas fotos y apuntes de texto que nos recuerdan la raia que une y no desune Galicia y el Norte de Portugal. Por el interés que tiene y el sentimiento que encierra, reproducimos a continuación el texto de Xerardo Rodríguez, aunque recomendamos vivamente la visita a www.galicinaunica.es para disfrutar al completo del reportaje y, de paso, leer otros importantes asuntos que Xerardo aborda en su revista que, por cierto, está estos días en obras de mejora, para introducir más atractivos si cabe.


La frontera entre Galicia y Portugal creó, durante los peores años de nuestra historia, una sinergia comercial que mantuvo vivas a dos ciudades y muchos pueblos de extensas comarcas que conocemos como “La Raia”.
Durante la mayor parte del siglo XX, Portugal y Galicia, se intercambiaron café y toallas por bacalao y aceite, por citar dos ejemplos de productos gallegos mejor valorados por los portugueses y viceversa.
Tras la guerra civil española, el contrabando era una aventura diaria nacida de la necesidad de subsistir, tanto en la “Raia Seca”, enmarcada entre el Valle de Monterrei y la Serra do Leboreiro; como en la “Raia Húmeda”, que seguía el curso del Miño.

Verín y Tui fueron y son las dos principales puertas entre Galicia y Portugal. Frente a ellos, al otro lado de la hoy imaginaria “raia”, Chaves y Valença.
Entrimo, Bande y Lobios son los tres municipios gallegos que se enfrentan en la Raia Secaal portugués de Melgaço, al que se sienten unidos por las “portelas” que fueron en su día pequeños pasos fronterizos.
Ahora todos somos europeos y una vez desaparecidas las fronteras, las que tenían aduana y las imaginarias barreras económicas de la modernidad, las relaciones comerciales han cambiado y el contrabando dejó de ser aquel mal necesario.



Pero no todos los centros urbanos y pueblos fronterizos corrieron la misma suerte. Chaves se ha convertido en la gran ciudad industrial del nordeste portugués, mientras Verín se ha quedado en una villa con grandes condiciones para su desarrollo, pero que añora con nostalgia su pasado termal y balneario, cuando el tranvía unía el centro de la villa con Cabreiroá.
El Chaves del siglo XXI abre nuevos espacios para la industria y Verín se mira en su espejo para recuperar el pulso económico tras la debacle de la crisis económica, acrecentada por esta pandemia del coronavirus. Ambas, por su posicionamiento estratégico, podrían formar una poderosa eurociudad.

La ecología y el turismo unen a los pueblos y villas de la Raia Seca del Xurés o del Gerés. El municipio de Melgaço lleva tiempo liderando en la comarca el turismo de naturaleza, mientras los de Entrimo, Bande y Lobios buscan nuevos proyectos que hagan compatible el turismo con el desarrollo sostenido del sector agropecuario.
El Parque del Xurés –reserva de la biosfera- es el principal valor, pero el sector turístico rural aporta aquí excelentes servicios, incluso un balneario y un hotel de cuatro estrellas. Conviene recordar que además del entorno natural, esta amplia comarca europea de la Raia Seca conserva monumentos históricos, que ahora se ponen en valor.

Finalmente, Tui y Valença do Minho, juntas, han modernizado el concepto comercial que hizo entender a propios y extraños que ambas son el mismo mercado. El “outlet” es la nueva revolución comercial, un nuevo concepto europeo que ya tiene un gran poder de convocatoria a ambos lados de la Raia Húmeda.
Tui y Valença se miran frente a frente y es el Miño quien une ambas ciudades. Si los intereses comerciales son comunes lo mismo hay que decir del turismo, ya que ambas ciudades son, en sí mismas, un extraordinario monumento histórico artístico.
En este ejemplo se miran muchas otras ciudades fronterizas, como Tomiño y Vilanova de Cerveira o A Guarda y Caminha.

Viene de viejo. De cuando había aduanas tras el puente de hierro atribuido a un alumno de Eiffel, en las que hacían la vista gorda a las alfombras y a las tollas portuguesas, y al bacalao y al aceite gallego.
La vida sigue en la Raia… aunque una pandemia haya cerrado de momento las fronteras.

XERARDO RODRÍGUEZ

Publicar un comentario

0 Comentarios

Ad Code

Responsive Advertisement