El Juzgado con su sentencia acaba, en la práctica, de llevarse por delante a la Delegada de la Xunta en Pontevedra. Esta anunciaba a sus allegados en cuanto horas atrás conocía la resolución judicial (que es sobre un asunto relacionado con su etapa como alcaldesa de Moraña) que iba a convocar una rueda de prensa y en ella anunciar que dimitía de su actual cargo político y que abandonaba el Partido Popular al que, en modo alguno, dijo, quería perjudicar.
A media tarde, un diputado del BNG (Luis Bará) y una mujer (Beatriz Pino) que a pesar del batacazo que se dio en las elecciones autonómicas no dimite ni por un asomo de su carguillo de coordinadora de Ciudadanos en Galicia, salieron a la palestra montando una pirula al PP, al presidente de la Xunta y... por supuesto a la condenada cuya dimisión o cese fulminante exigían. No hacía falta este show de ambos personajes... la interesada ya llevaba dimitida y abandonando su partido unas cuantas horas. Hicieron el ridículo, sus exigencias no venían ya a cuento, pues la propia Luisa Piñeiro ya era una ex cuando ellos largaban por redes sociales, comunicados, e-mails, sus lecciones de moralidad y buenas costumbres.
El BNG, a través del parlamentario Luís Bará, afirmaba que esta sentencia "es una condena al Partido Popular y a las prácticas irregulares y fraudulentas que caracterizaron durante mucho tiempo la política de la Deputación de Pontevedra". También el PSOE gallego aprovechó la oportunidad : Pablo Arangüena, vicesecretario xeral, exigía el "cese fulminante" de la delegada de la Xunta en Pontevedra por esta condena por fraude y prevaricación... cuando en realidad Luisa Piñeiro ya hacía unas horas que había dimitido.Rafael Louzán, como presidente en aquel entonces de la Deputación de Pontevedra, es considerado culpable de un delito de prevaricación, en concurso con un delito de fraude. A Luisa Piñeiro y al por entonces director de infraestructuras de la Deputación se les considera cooperadores necesarios de la prevaricación y autores de un delito de fraude, y se les aplica la misma condena. También ha sido condenado a dos años de cárcel el administrador y un empleado de la empresa adjudicataria del proyecto, Construcciones Eiriña, así como el arquitecto que intervino en el asunto, quien ha sido inhabilitado para obtener subvenciones y ayudas públicas durante cuatro años.
La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de los de Pontevedra considera probado que Louzán y Piñeiro, aplicaron 86.311 euros para unas obras «que ya estaban, en su mayor parte, ejecutadas con anterioridad».
Lo primero que dijo Piñeiro es que había anunciado horas atrás a su partido su marcha del mismo y al presidente de la Xunta se renuncia al cargo de Delegada en Pontevedra."Non quero prexudicar á institución que represento".
Luisa Piñeiro ha remarcado que el proceso de concesión de esta subvención es el mismo que los 313 alcaldes gallegos "facemos todos os días no noso traballo". "Traballei sempre única e exclusivamente para o benestar e o progreso de Moraña", ha añadido Piñeiro, que ha asegurado estar "totalmente sorprendida" con esta sentencia.
Advierte Louzán que la jueza "no lo ha entendido así" al considerarlo responsable en el procedimiento administrativo por "el mero hecho de ser la máxima autoridad de la Deputación de Pontevedra en ese momento". Añade Rafael Louzán que la condena es por haber estado al frente de la institución provincial en aquellas fechas "y en ningún caso, tal y como se indica por parte de la jueza, porque haya pruebas que evidencien conocimiento y/o participación por mi parte en los hechos".
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