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Compostela. La siempre hermosa y restaurada Catedral que nos espera...

Sí, es para cuando realmente podamos... cuando la Covid se bata en retirada, o cuando sea un mal recuerdo; cuando podamos... merecerá la pena ir a Compostela, independientemente del Año Santo, porque la Catedral de Santiago ha quedado como no imaginamos, extraordinariamente hermosa, recuperando lo que era en siglos pasados. Un reportaje sobre el proceso de restauración y conservación llevado a cabo, emitido este martes 19 de enero, por la Televisión de Galicia, muestra bien a las claras lo mucho y bueno que allí se ha llevado a cabo.

La Catedral de Santiago de Compostela es la obra más sobresaliente del arte románico en España y se erige como la meta final de todos los Caminos de Santiago que llevan hasta ella a miles peregrinos año tras año. Su piedra inaugural, a partir de la cual nació la urbe monumental de Santiago de Compostela, se forjó en un bosque sagrado del fin del mundo con vocación de Ciudad Santa y Patrimonio de la Humanidad. La Catedral se muestra como un complejo conjunto de espacios capaces de recompensar con su potente espiritualidad la fe de los caminantes y con su belleza a los visitantes del mundo. El Museo Catedral de Santiago permite al visitante profundizar su conocimiento en la historia y el arte de la Catedral, a través de sus diferentes espacios y las exposiciones temporales que organiza.

Junto con la visita, en general, a la Catedral, cabrá detenerse especialmente en algunos lugares de la misma, también claves, como el grandioso Pórtico de la Gloria...

El Pórtico de la Gloria es la entrada occidental de la catedral románica, ideada por el genio del Maestro Mateo, Está considerado una obra cumbre del arte universal. La figura del Maestro Mateo está asociada de manera exclusiva a la catedral de Santiago de Compostela, meta de miles de peregrinos que acudían -y acuden- hasta ella para rendir culto al apóstol Santiago. Por lo menos desde 1168, fecha de concesión de una pensión vitalicia por parte del rey Fernando II de León, Mateo se encontraba al frente de las obras del templo compostelano, cuya construcción había comenzado en 1075 y no finalizaría hasta 1211.

Mateo y su equipo llevaron a cabo importantes obras en tres campos destacados: la denominada “cripta”, situada bajo el Pórtico de la Gloria, el propio pórtico y la desaparecida fachada occidental. Llevó a cabo además un coro pétreo que se instaló en los cuatro primeros tramos de la nave central de la iglesia.

Entre los años 1168 y 1211, el Maestro Mateo desarrolló un ambicioso proyecto en la catedral compostelana que supuso la conclusión del templo románico, iniciado hacia 1075 y, al mismo tiempo, su adaptación espacial y conceptual. El documento de concesión de una pensión vitalicia por parte de Fernando II de Galicia y León, fechado el 23 de febrero de 1168 y la inscripción de los dinteles del Pórtico de la Gloria, de 1 de abril de 1188, donde se deja constancia que Mateo dirigió la obra “desde los cimientos”, son las dos únicas referencias contemporáneas que existen sobre un personaje clave en la historia del arte que, sin embargo, mantiene un halo enigmático.

El Maestro Mateo también se habría representado a los pies del Pórtico de la Gloria, un retrato de humildad, inédito en su época, que ha sido “canonizado” popularmente adquiriendo el nombre de Santo dos Croques.

El Maestro Mateo completó la construcción de la catedral por su cierre occidental, salvando el desnivel del terreno con la construcción de una innovadora cripta, sobre la que se sitúa el Pórtico de la Gloria, cuyo mensaje se completa en la tribuna. Originalmente, el Pórtico se abría por una fachada exterior, que continuaba el programa iconográfico del conjunto y que fue modificada en el siglo XVI para colocar unas puertas que cerrasen el templo, que hasta entonces estaba abierto permanentemente; por fin, en a mediados del siglo XVIII, esta fachada se sustituyó por la actual, barroca, quedando el Pórtico mutilado y encajonado tras ella.

El proyecto mateano también incluyó la construcción de un coro de piedra, que ocupó los primeros tramos de la nave central y en el que se daba continuidad al programa iconográfico del Pórtico. Este coro fue derribado en 1604 y sustituido por otro de madera, hoy también retirado de su ubicación original. Así mismo, el taller dirigido por Mateo realizó la escultura de Santiago del altar mayor –hoy muy modificada— marcando con ella un eje longitudinal oeste – este en el templo, con dos esculturas sedentes de Santiago el Mayor en cada uno de sus extremos.

Todo estaría concluido el 21 de abril de 1211, en que tuvo lugar la solemne consagración de la catedral de Santiago.

En el Pórtico de la Gloria, el Maestro Mateo desarrolló un complejo programa iconográfico de contenido apocalíptico y salvífico centrado en la visión de la Jerusalén celeste, completando la historia de la salvación del Hombre iniciada en las portadas laterales de la catedral románica.

El mensaje se inicia en la cripta del Pórtico, donde se representa el mundo terrenal, que necesita de los astros para iluminarse –en las claves de las bóvedas—, al contrario que la nueva Jerusalén, cuya luz es el Cordero –en la clave de la tribuna—.

El Pórtico se asienta directamente sobre una serie de animales, reales y fantásticos, procedentes del bestiario medieval, cada uno de ellos con su propio significado; serían los símbolos del mal oprimidos por la Gloria de Dios. Los arcos laterales carecen de tímpano; en el izquierdo, de compleja interpretación, se representaría el Pueblo de Israel, en la arquivolta superior, sujeto a la ley mosaica y, en la inferior, el descenso de Cristo al limbo. En el de la derecha, se representa el Juicio Final, con las cabezas de Cristo y San Miguel en la clave, separando los bienaventurados, que son conducidos a la Gloria y los condenados, que sufren tormento.

La Gloria del tímpano central está presidida por una imagen de Cristo en Majestad, rodeado por los cuatro evangelistas y el grupo de bienaventurados. En la parte inferior, se representan ángeles con instrumentos de la Pasión y, en la arquivolta, veinticuatro ancianos afinan sus instrumentos para tocar música celestial. El tímpano se sustenta sobre los dinteles, con la inscripción conmemorativa de su colocación en 1188 y un parteluz presidido por una imagen sedente de Santiago el mayor coronando la columna con el árbol de Jesé, la genealogía humana de Cristo que se completa con la divina en el capitel de la Trinidad.

En los laterales, se reparten una serie de estatuas-columna, con profetas a la izquierda y apóstoles a la derecha, que se continúan en la contrafachada y, también, en la desaparecida fachada exterior, de la que se conservan distintas piezas.

La individualización de los rostros y la complicidad entre los personajes del Pórtico de la Gloria, constituye una de las principales aportaciones del Maestro Mateo a la historia del arte.

Entre los años 2008 y 2018, el Pórtico de la Gloria se sometió a una profunda y compleja restauración, gracias al mecenazgo de la Fundación Barrié. Tras una fase de estudios previos sobre el estado de conservación y causas del deterioro de la obra, se procedió a las intervenciones sobre el conjunto, centradas, principalmente, en dos aspectos: corregir las filtraciones de humedad y la condensación en el Pórtico de la Gloria y recuperar la policromía original que se conservaba bajo el polvo y la suciedad. De este modo, se ha recuperado una obra cumbre del arte medieval, que ha recuperado parte de su esplendor, apreciándose restos de hasta tres capas de policromía completa y otros repintes parciales, desde la pintura original aplicada por el taller del Maestro Mateo hasta el barroco.

Lo delicado de la obra exige la aplicación de medidas de conservación preventiva que eviten un nuevo deterioro del Pórtico de la Gloria, motivo por el cual es preciso mantener unas condiciones estables de humedad y temperatura, así como limitar el número de personas que pueden estar, al mismo tiempo, en el entorno del conjunto.

Una vez terminada la restauración del Pórtico de la Gloria, desde la Catedral de Santiago se ha establecido un sistema de visitas que permita acceder al espacio y garantice, a la vez, la aplicación de las necesarias medidas de conservación preventiva que protejan al monumento e impidan un nuevo deterioro.

–>Visitas en grupos reducidos. Acceso por taquilla Pazo de Xelmírez (praza do Obradoiro).

–>Visitas gratuitas.

(Fuentes : Catedral de Santiago / Museo de la Catedral / Fundación Barrié de la Maza



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