Estos días, en Vigo, no se habla de otra cosa, para bien y para mal, que de las rampas-mecánicas de la Gran Vía y la intención del Alcalde Caballero de extenderlas por toda la Gran Vía. Sin duda que, ahora que están nuevecitas las primeras, cabe preguntarse por cuánto será el coste de su mantenimiento y qué pasará si se averían, el coste también de sus reparaciones, el consumo de energía, etc. etc.
Viene ello a cuento de la foto que sigue. Porque, aunque usted no se lo crea, nada es eterno, nada es a prueba de bombas, nada es... inmaculado. Estos artilugios del llamado "Vigo vertical" del que tanto gusta hablar al alcalde, se averían y cuando se averían, la foto suele ser esta que sigue.
Larga vida a las rampas de Gran Vía y que no se averíen. Por cierto : ¿ya se ha contratado a un servicio de limpiacristales para adecentar los no pocos metros cuadrados de metacrilato que a la vuelta de un tiempo empezarán a recoger lo que se recoge cuando una cubierta está al aire libre?. ¡Ah! : y otro de jardinería para sostener a diario ese "vergel" interior-exterior inmaculado; porque si los adornos fallan, las escaleritas no lucirán igual, ¿no?.
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