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Quita y pon, quita y pon, quita y pon... No seamos hipócritas : no hay sitio para la Navidad

"RIAS BAIXAS TRIBUNA" es una web que funciona sin ánimo de lucro alguno. Es de agradecer el interés que muestras por esta opción...


Probablemente... el peligro será por Navidad. Y las consecuencias en la cuesta de enero. 

Ahora, entre pitos y flautas, andamos casi todos medio confinados. Hay restricciones, en unos sitios más, en otros menos; incluso en el puente de los primeros días de Diciembre (que lo hay en España y también en Portugal) privarán del derecho a circular, para que la cosa siga para entonces decreciendo... Se explicará con que tenemos que esforzarnos para "salvar la Navidad". 

Pondrán al Gran Simón en España a dar esas charlas ad hoc en la tele (ya comenzó hoy diciendo que en ciertas comunidades ve esperanza y que la situación en el país “parece que se está estabilizando”). Pondrán en Portugal a la doctora Freitas con ese aspecto de bonancible abuelita... y nos repetirán todos lo de "salvar la Navidad"; o sea, nos mostrarán el reclamo, el cebo, pensarán -tal vez- que somos como el cerdo que solo piensa en la bellota ( lo del proverbio português : "Em que pensas, porco? Na bolota."). 

Y así, con el estímulo de la Navidad por delante, habrá durante semanas cierres, toques de queda y justificaciones de los cierres; no nos hablarán mucho de que es porque las UCIS de los hospitales están al límite; nos hablarán de la Navidad para ilusionarnos, nos encelarán con el "salvar la Navidad". Y así, de paso, a los arruinados comerciantes les encenderán una cerilla de esperanza más que una vela... 

Pero harán que todos pensemos en la Navidad; las cifras de la peste bajarán a base de tantas restricciones y... cerca ya de la Navidad, los políticos ablandarán la orden de estar lo más posible acuartelados y la ciudadanía gozosa participará más o menos activamente en el "salvar la Navidad". Y probablemente habrá otra vez burradas por parte de algunos, porque confundirán tocinos con velocidades, se creerán -otra vez- que la segunda ola de la Covid se está yendo... aparecerán rebrotes de nuevo como consecuencia de las burradas (asneiras) y, quien sabe, a lo mejor en enero, otra vez a los cierres perimetrales, restricciones y mandangas... quita y pon, quita y pon, quita y pon... que algo así ya dejó caer ayer Feijóo.

Lo mejor que podíamos haber hecho este año era no engalanar ni una sola de las calles de ciudades y villas. Hacer que la gente sintiese -impactada- que esto -y es la verdad- está muy mal y no hay nada que celebrar. Y el dinero que se ahorrasen los ayuntamientos, distribuirlo de algún modo entre los más necesitados. Psicológicamente sería muy efectiva una Navidad sin lucecitas. ¿Qué hay que celebrar?, ¿que se mueren a puñados cada día?, ¿que se contagian cada dos por tres?...  Pero no, los mismos que nos dicen que hay que recogerse, que hay que estar encerrados perimetralmente, que esto es duro, que esto es tal y cual... los mismos que te encarcelan -perdónese la expresión- te ponen bombillas por todas partes, para alegrarte la Navidad y -quien sabe- te olvides en lo posible de la peste. Mayor contrasentido, imposible. Si no hay para pan, no puede ni debe haber para estampas... E igual que no hubo Semana Santa, tampoco pasaría nada porque no hubiese Navidad. Luego ya, en el interior de su casa, que cada uno ponga las bombillitas que quiera. Pero en la calle... no seamos hipócritas, no hay sitio para la Navidad. Al menos este año...





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