Sporting de Braga ganó por 2 goles a 1 al Zorya, en partido jugado en Ucrania, segundo de la fase de grupos de la Uefa Europa League.
El cuadro arsenalista resolvió el partido en un cuarto de hora, el inicial, gracias a dos grandes goles, el primero de Paulinho, culminando en la frontal del área pequeña, en remate de abajo arriba a bocajarro, una rápida jugada del Braga por la banda derecha, tras centro de Ricardo Esgaio. Minutos después del primer gol, apareció en escena con toda su magia, Nico Gaitàn. El internacional argentino recibía en la frontal del área un balón a media altura procedente de Raúl Silva. Sin pensárselo dos veces, desde el borde del área grande, "el aviador" empalmó la bola con su pierna izquierda, lanzando de abajo a arriba, un disparo cruzado que buscó la escuadra de la meta ucraniana, marcando así el 2-0.
En el resto de la primera parte, el Braga se limitó a gestionar el resultado, con un trabajo pausado, a veces inteligente, en algún momento un tanto temerario pues poco a poco se vio que acababa por dar la iniciativa al Zorya y este logró un par de ocasiones importantes sobre la meta de Matheus que no se traducirían en gol por la falta de puntería de sus delanteros.
Iniciada la segunda mitad, se vio que el Braga acentuaba en exceso su juego conservador y el Zorya respondía a base de entusiasmo, apretando en lo posible y creando una serie de oportunidades en donde se puso en evidencia la falta de mordiente arriba. Esa fue la tónica del segundo período, hasta que Carlos Carvalhal se decidió a hacer los cambios, empezando así el Braga a controlar de nuevo el partido y a complicar al Zorya sus subidas hasta el área rival. Más o menos fue así hasta que con el encuentro a punto de concluir, en un exceso de confianza, o de relajación por parte del Braga, llegaría el gol -merecido- del cuadro ucraniano, que había sumado ocasiones a lo largo del match suficientes como para merecer el tanto del honor.
Triunfo justo del Braga, equipo superior claramente a su rival, pero que nunca debió excederse en su confianza, estropeando un resultado que en 2-0 hubiera sido más interesante cara a los golaverages finales en el grupo.
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