Una semana después, salvo el de la boina, aquí no dimite ni Dios...

Los cuentos chinos. Los chau-chau a los que tan dados son los políticos. Los gestos que no existen, sino el de conservar la silla, el momio, la mamandurria, lo que sea menester.
No quieren ser conscientes de que un político ha de estar siempre de prestado en el lugar que ocupa, sea en el cargo público, sea en la propia estructura del partido en el que milita. Los sillones no son de ellos, son de la ciudadanía, de los simpatizantes de cada partido que les votan, o que dejan de votarles -con lo que en este caso les están diciendo que se vayan a casa, que vengan otros más válidos para la tarea-. Pero no... después de los descalabros habidos en las elecciones gallegas, hemos asistidos a espectáculos políticamente poco edificantes, nada ejemplares; lo contrario de lo que debería ser...
¿En qué se resumen?. En que estos que son objeto de un revolcón en las urnas no aprenden la lección, no saben -o sí saben- obtener conclusiones...
La desgracia de la Política española -y gallega- es que sigue albergando a muchos que sueñan con estar años y años viviendo de la misma, aspirando a estar bajo el paraguas político con las ventajas que ello tiene. Y así, incluso derrotados estrepitosamente, siguen aferrados a lo que sea con tal de... esperando el milagro. Y como realmente, las bases de sus formaciones, o las suelen tener bien controladas, o son cinco y Nicanor el del tambor... pues lo tienen relativamente fácil para continuar ahí, a ver qué pasa.


El Correo Gallego destacó el gesto del hombre de la boina y lo ilustró convenientemente con una imagen
como esta. Martinho Noriega ha sabido estar donde hay que estar en Política.
Cuando llega el fracaso, tomar buena nota e irse a casa... Un gesto que merece aplauso y respeto.
La Política no puede ser una profesión, no puede ser un vivir del cuento.
A esta campeona de las derrotas, la líder gallega del bien poco representativo "Ciudadanos", le va la marcha.
O no tiene nada mejor a lo que dedicarse. El mismo día 12 por la noche tiró de comunicado, tan aficionada
que es ella a esto de la propaganda, para decir que va a "seguir siendo esa voz de la moderación", etc. etc. etc.
Y ya está. A seguir en la silla, aunque sea la interna del partido que en Galicia hizo irse en su día a unos(as)
cuantos(as), hartos de estos estilos de hacer política. No hay sentido del ridículo.
La Voz de Galicia reflejó así lo de este otro campeón de las derrotas. Este muchacho, al parecer, ha sentido la
necesidad de no abandonar la mamandurria (por usar el argot popular) que tiene asegurada en el Congreso de los
Diputados. De modo que tras el batacazo del 12-J en Galicia, ya se apresuró a actuar en el Congreso de la Carrera
de San Jerónimo para decir de ese modo, ese sillón es mío... Este Gómez Reino no sigue el ejemplo que sí ha dado el médico metido a político, usuario constante de la boina, Martinho Noriega. Este Noriega, llegado el actual tiempo del fracaso, ha optado por no dar más la barrila al personal y, admitiendo que el electorado ha dicho a su proyecto
político que no merece la pena, ha tomado la decisión de dejar la Política e irse a casa y a trabajar en lo suyo, que
para eso es médico. Es un buen ejemplo, el que da el señor Noriega, quien debe de ser aplaudido por saber asumir
el fracaso. Ya lo del muchacho -o joven si lo prefieren- Gómez Reino pues es... el ejemplo de lo contrario, de los
que se creen que la Política es una profesión.
Hace ahora un mes que en La Voz de Galicia aparecía este Pancho Casal, líder de un tinglado político amalgama
de supuestos galleguismos, post-mareismos y nacionalismos, que también se la pegó ¡y de qué manera!, en el pasado 12-J. Este es otro que soñaba con lo que en su titular se encierra : quería un Feijóo que se quedase a las puertas de la mayoría, para así montarse un multipartito gobierno de izquierdas en donde el caballero en cuestión aspiraba a meter la cuchara. No se cumplieron sus deseos. Y lo que es peor, no obtuvo su conglomerado ni un diputado...
Pero el buen hombre, un estupendo profesional de otras cosas que no son la Política, un ejemplar hombre de familia, pero un político de fracaso sonoro... dice que no se retira, que ahora pasa a los movimientos sociales ya que no tienen banqueta en  O Hórreo. Y advierte que no necesita ni el ni los suyos de tener representación parlamentaria para dejarse oír, para hacerse notar...
Este es otro fracasado político, retratado hace 15 días por la Voz de Galicia diciendo lo que dice en el titular.
Tu, Gonzalo, eres "galleguista" y -sin embargo- estabas dispuesto, con tal de gobernar, a poner la alfombra a los nacionalistas e independentistas del Bloque, a los comunistas de Gómez-Reino y a quien hiciera falta con tal de...
al mejor estilo Pedro Sánchez, del que el profesor Caballero se ha convertido en admirador a ultranza. Y precisamente esto, el bandazo político que en los últimos años ha dado Gonzalo Caballero (quien lo vio en sus primeros tiempos del PSOE y quien lo ve) ha terminado por pasarle factura y, lo que es peor, hacer que afirmaciones suyas somo la de este titular carezcan de credibilidad. No eres nacionalista, no; pero estás dispuesto a poner la alfombra a los nacionalistas y no pocos independentistas que en el Bloque se alinean... con lo cual la pregunta es inevitable : ¿qué eres entonces, Gonzalo Caballero?. ¿Un aprovechategui político más al uso?.
La mayoría absoluta no picó en Galicia su anzuelo, ni compró el slogan de la mascarilla.
Pero este hombre tampoco dimite...