Así, el titular de Medio Rural dijo no entender cómo el Consejo Europeo que aprobó un presupuesto extraordinario de 750.000 millones de euros para paliar la pandemia de la covid-19 pudo dar el visto bueno, al mismo tiempo, a una merma de la partida dirigida a los ganaderos, agricultores y silvicultores. Añadió que “en estos momentos hay que defender un sector primario fuerte”, tras el papel imprescindible de abastecimiento alimentario que ejercieron durante la emergencia sanitaria, por lo que “necesitamos una partida presupuestaria potente”.
En esa línea, José González mostró su sorpresa por que los fondos de la PAC no solo se propongan recortar un 10% sino por que, además, pierdan peso en el conjunto del presupuesto de la Unión Europea, pasando de representar un 36% en el período 2014-2020 a constituir tan solo un 18%. El conselleiro redundó en la necesidad de una “PAC fuerte, de una PAC bien dotada orzamentariamente” y recordó que la Xunta seguirá manteniéndose leal al Gobierno central mientras sigan desarrollándose las negociaciones. Con todo, insistió, esas negociaciones deben traducirse en la necesidad “de incrementar los fondos”.
De este modo, el titular de Medio Rural destacó que es el momento de que el Ministerio de Agricultura se haga fuerte en Europa. Para apoyarlo con argumentos sólidos, el conselleiro recordó que la Xunta fue por delante en la creación de un grupo de trabajo multidisciplinar, en el que están representantes del sector y de la Universidad, y que continúa avanzando para elaborar el Plan estratégico de Galicia, teniendo en cuenta las especificidades de nuestra comunidad. El objetivo es facilitar esos argumentos firmes y claros, para que el Gobierno del Estado pueda visibilizar España -y, por ende, Galicia- como una auténtica potencia agraria, y las partidas de la PAC sean justas y sin recortes que afecten a los agricultores, ganaderos y silvicultores.
Entre otras cuestiones, el conselleiro del Medio Rural recordó que al amparo de la PAC la Xunta defiende que se aplique en España el tope máximo de 60.000 euros de ayuda por explotación, para proteger las pequeñas y medianas explotaciones de nuestra comunidad. En relación con la figura del agricultor genuino, apuesta por una definición exigente en cuanto al porcentaje mínimo de ingresos agrarios sobre los ingresos totales que debe tener para ser considerado como tal.
Sobre el pacto verde europeo, el Gobierno gallego demanda que junto con el enfoque ambiental los agricultores, ganaderos y silvicultores tengan también la transitoriedad suficiente para poder adaptar sus actividades a ese pacto.