La Xunta autoriza desde hoy las visitas de un familiar en estos centros. Una medida que procura que los niños, niñas y adolescentes de estas instalaciones recuperen el contacto personal con sus familias, atendiendo a las medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias.
Estas visitas serán supervisadas para garantizar el distanciamiento social y la correcta aplicación de las medidas higiénicas. Tendrán una duración máxima de una hora y con una frecuencia que oscilará entre una vez a la semana o cada quince días, en función de lo que cada centro considere necesario para garantizar el derecho a visitas.
Con carácter previo, el centro contactará con la familia con el fin de informar sobre el estado de salud de las personas que constituyen la unidad de convivencia. En caso de que algún miembro de la unidad de convivencia presente sintomatología, no podrá realizar la visita. Además, se podrán limitar las visitas de personas consideradas grupos de riesgo ante el COVID-19. Asimismo, estos encuentros tendrán lugar en zonas apartadas o inmuebles anexos. Las niñas y niños de estos centros pueden realizar salidas para realizar actividad física no profesional al aire libre, siempre en coordinación por parte de los responsables de los centros y garantizando las condiciones de prevención.
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