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Convendría pensar : ¿é muita areia para esta camioneta?

El periódico portugués "Público" ofrecerá este lunes a sus lectores un llamativo reportaje con texto y fotos harto preocupantes de lo que ha supuesto un domingo de sol y altas temperaturas, traducido en el desembarco de unas 180.000 personas en las playas de la afamada Costa da Caparica, en la zona sur del Gran Lisboa. Como dice la entradilla del reportaje que este lunes se publica y que los abonados del diario también pueden ver y leer en su web,
"Em domingo de sol, mais de 180 mil pessoas foram às praias da Caparica. Há uma tentativa de manter o distanciamento social quando se está na toalha, mas desleixo quando se vai à água ou se joga à bola entre amigos. Uma tarde com a Polícia Marítima em praias por onde passaram mais de 180 mil pessoas. Entre elas o primeiro-ministro, António Costa..."

Es evidente que, ahora que lo de ir a la playa en Portugal ha comenzado y en España está a punto de comenzar, si las cosas enveredan por estos caminos como la foto de "Público" atestigua... de aplicación al caso sería la frase del clásico : "¡ummmm... no me gusta como caza la perrita!. Cuidado, cuidado... Reflexión al caso convendría. Aquí no vale lo de allá cada uno. Porque evidentemente, uno puede ser sensato, privarse de playa, ir pero guardar las distancias y si no es posible darse la vuelta y regresar a casa... pero si los otros de al lado no lo hacen, y encima viene un rebrote, está claro que pagarán justos por pecadores. Sería muy triste. Como dijo el presidente de Galicia este domingo : "Sería un inmenso erro que pola relaxación social volvamos a ter brotes ou rebrotes...".
Haya sentidiño, en Portugal, en Galicia, en España... en todas partes, que estamos jugando con fuego, ¡coño!.
Ir a la playa como si nada sucediese, cuando seguimos teniendo una pandemia encima, encierra el significado de aquella frase de los hermanos portugueses : "é muita areia para esta camioneta". Convendría no pasarse. Y convendría volver a estudiar lo de ir a la playa... cómo, cuántos, a qué playas... Por repensar el asunto aquí, allá y acullá, no se hunde el mundo, buscándose la mejor solución. ¡A ver si va a tener razón plena el alcalde de Cangas, con sus tarjetitas de acceso para un máximo de 5.000 coches en sus ventialgunas playas!.