jueves

Apuntes. Ante el presumible cierre de Alcoa...

Alcoa anuncia despido colectivo para 534 trabajadores de San Cibrao (Lugo). La multinacional pretende cerrar la fábrica de aluminio y mantener la de alúmina, ya solo con 600 empleados...
Llegó el "fim da linha" para Alcoa. El cierre parcial parece inminente. No será porque desde la Xunta no se haya reclamado y peleado por el necesario trato que el Gobierno central debía dispensar a la llamada industria electrointensiva. No será porque no se haya advertido a tiempo de lo que se avecinaba. Ahora, en el mismo día en que Nissan da el portazo en Cataluña y se va (quieren arreglarlo mínimamente encargando un par de vehículos en la alicaída factoría Renault de Castilla-León, pero eso no evitará que los obreros de Barcelona se vayan a la calle...) resulta que Alcoa, sus dueños, están también por dar el portazo.

En lo que, como gallegos, nos toca más de cerca : el despido de 534 personas de la planta de Alcoa en San Cibrao (Lugo) va a ser  realmente “devastador” para muchas familias e “inasumible” para economía de esta zona de Galicia. Porque son solo 534 familias que viven directamente de Alcoa, son algunos miles más de trabajos indirectos que dependen de la factoría, si llega como parece el cierre de la empresa.
De poco habrá servido la preocupación habida en diversos estamentos gallegos, empezando por la Xunta, con numerosas reuniones; y participando no poca gente en varias de las manifestaciones organizadas por los trabajadores. Son muchas las familias que dependen de este tipo de empresas electrointensivas, además de las empresas auxiliares. La vida de la comarca lucense donde está insertada Alcoa, zona en la que el sector industrial es estratégico, se va a resentir enormemente.
La pérdida más que probable de esos puestos de trabajo es inasumible para la economía de aquella zona y será devastador -más en el actual momento de crisis- para la economía familiar de esos trabajadores que dependen de esos sueldos para mantener a sus familias. 
Tras lo que suceda a esos miles de trabajadores directos e indirectos que ven peligrar sus puestos laborales hay que sumar el peligro de vacío poblacional de esa zona lucense al quedarse posiblemente sin industria.