Este centro, según el último balance de datos de la Consellería de Política Social con cifras de última hora del viernes, eran 60 los usuarios y 18 los trabajadores que contrajeron el COVID-19. En una entrevista concedida a la Radio Galega, el director xeral de Maiores ha explicado que la intervención de este centro privado, "sigue los criterios que señalan las autoridades sanitarias".
De este modo, la residencia Nuestra Señora de Fátima de O Barco "refuerza" ahora su "carácter como centro sanitario", señala De la Campa, lo que "da garantías para poder cumplir la premisa de no renunciar a pelear por cada una de las vidas".
"Que la Xunta intervenga estecentro significa que pasa a tener carácter sanitario", ha explicado el director xeral, ya que el Servizo Galego de Saúde "despliega el personal necesario para una atención completa y medicalizada a los residentes y la Consellería de Política Social refuerza también con personal contratado" a los trabajadores ya existentes del propio centro.
Mientras los residentes con un test de coronavirus positivo se concentran en este edificio preparado para atender la evolución de la enfermedad, a los que dieron negativo se les busca otras residencias para pasar su período de cuarentena. Y, si es preciso, se hace traslado hospitalario", ha concluído el director xeral.
Tras los centros DomusVi de Aldán, en Cangas (Pontevedra), y de Barreiros, en Vigo, el de Nuestra Señora de Fátima es el tercero de carácter privado que la Consellería de Política Social interviene, aunque "es posible que vayan a ser más", refería a la Radio Galega, Ildefonso de la Campa.
Los test masivos que se realizan en los geriátricos "constatan que mientras la curva general de infectabilidad de la población general de Galicia está disminuyendo, en residencias muestra incrementos debido a, precisamente, la realización de pruebas. Y donde se ha previso intervenir para garantizar la salud y el bienestar de los residentes, así lo haremos", concluyó el entrevistado por la Radio autonómica.