El comité de empresa de la biofábrica de Ence en Pontevedra se ve en la obligación de salir al paso de las recientes e infundadas declaraciones realizadas por una asociación local, así como de los diferentes comentarios difamatorios que se están vertiendo en las redes sociales, donde acusan a los trabajadores de Ence de insolidarios con el resto de la clase trabajadora por no obligar a la empresa a parar su actividad, así como de poner en riesgo la salud de la población y de los propios trabajadores.
Por encima de todo, para los trabajadores de Ence lo más importante es su salud, la de sus familias y por ende la del resto de la población. En este sentido, somos conscientes de que trabajamos con las mayores garantías de salud, ya que las medidas preventivas que se aplican en la biofábrica de Pontevedra fueron acordadas entre la empresa y los trabajadores mucho antes de que el gobierno declarara el estado de alarma, y abarcan desde el teletrabajo para una importante parte de la plantilla, hasta los descansos preventivos en su domicilio para aquellos compañeros pertenecientes a los grupos de riesgo del coronavirus, así como protocolos de seguridad específicos para los que tienen que realizar su trabajo de forma imprescindible en las propias instalaciones de la biofábrica.
Debemos reiterar y recordar también que nosotros, los trabajadores de la industria de la pasta de papel, pertenecemos a un colectivo en el que la producción realizada se basa principalmente en la transformación en energía renovable (fundamental para la ciudadanía) y en pasta de papel, materia principal para la fabricación de productos tan necesarios y demandados estos días, como el papel higiénico, las mascarillas y multitud de productos sanitarios imprescindibles para combatir el COVID-19. En este sentido, no está de más recordar que trabajamos en una de las 2 únicas fábricas de Europa y la única de España que produce pasta de papel TCF (totalmente libre de cloro), blanqueada con agua oxigenada y por lo tanto, la necesaria para fabricar dichos productos higiénicos de primera necesidad.
Por todo lo dicho, la APDR muestra una total incoherencia en caso de que realmente le alarme la crisis mundial en la que estamos inmersos, mostrando como único objetivo dañar a un sector esencial en estos momentos para poder combatir esta pandemia y teniendo como única preocupación su, ya más que sabido por todos, objetivo de paralizar la actividad industrial generadora de miles de puestos de trabajo con el consiguiente daño a la economía y al progreso del país.
Por último, desde el comité de empresa queremos aprovechar la oportunidad para agradecer enormemente a todos los colectivos que trabajan incansablemente y exponen su salud más que nunca para combatir el COVID-19. Empezando por los sanitarios, y sin olvidarnos de todas las fuerzas de seguridad, farmacias, supermercados, panaderías, gasolineras, transportistas y un largo etc. de valerosas y comprometidas personas que nos acompañan en esta lucha