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In memoriam : PEDRO ESTEBAN DE DIEGO GARCÍA (q.e.p.d.), el funerario innovador por excelencia

El empresario Pedro Esteban De Diego García ha muerto en la madrugada del primer miércoles de diciembre, en la ciudad de Vigo, después de tiempo de dura batalla contra el maldito cáncer. La noticia se propagó notablemente en las últimas horas, causando honda consternación en los amplios círculos ciudadanos de Vigo y comarca, donde De Diego García era personaje muy querido; no en vano -aunque originario de Madrid- había fijado aquí su residencia desde hace décadas y era un gallego más -aunque de adopción- que amaba profundamente a esta tierra.
Pedro Esteban De Diego García -inquieto e innovador empresario con múltiples facetas donde brilló con luz propia- pasará a la historia de los servicios funerarios en Galicia y en España, como uno de los auténticos revolucionarios del sector, introductor de técnicas y procedimientos que luego otros copiarían a la vuelta de poco tiempo. Y es que De Diego García no era un empresario cualquiera : era culto, inteligente, audaz, tenaz; emprendedor donde los hubiere, Pedro De Diego fue el alma mater de la Empresa Mixta de Servicios Mortuorios de Vigo, EMORVISA. Líder del capital privado y en la práctica gestor de la empresa, De Diego García imprimió carácter a los servicios funerarios en Vigo -hasta entonces anquilosados y fuera de onda-. A el se debe la idea de construir un tanatorio en Pereiró (el actual de EMORVISA), buscando en todo momento que esta instalación fuese no solamente modélica, sino funcional, moderna, capaz de suscitar una revolución en el sector funerario en Galicia desde su entrada en servicio. Así fue cómo la irrupción de EMORVISA (la empresa que concibió Pedro De Diego) marca no solamente un antes y un después en el sector mortuorio en Vigo, sino también en Galicia. Con razón la funeraria de Vigo se anunciaba como "vanguardia del servicio funerario en Galicia". No era para menos... Emorvisa -en muy pocos años desde su entrada en servicio- era sanamente envidiada por la competencia en Galicia, pero también en no pocas partes de España.
De Diego García tuvo también actividad notable, tanto en Vigo como en Madrid, como empresario en el sector de parques y jardines. Siempre tratando de innovar, de aportar más valía, de convencer a la administración de turno, que sus empresas eran las que más, mejor y con menos, eran capaces de brillar con luz propia. Pedro de Diego unió sus esfuerzos en Galicia a los del también notable empresario, José Luis Álvarez, con el que impulsó empresas que tuvieron un mucho de innovadoras y no poco de notable aportación para Vigo en el sector servicios. Fue así la irrupción de Emorvisa, la gran novedad de su magnífico tanatorio diseñado por el notable arquitecto Pernas, empresa que en muy poco tiempo se situó entre las mejor proyectadas y de más notable presencia en el sector funerario español, de lo que tan buena nota tomaron muchos rivales y competidores, forzados así a introducir en sus funerarias los avances que De Diego García situó en Emorvisa. El velatorio de los fallecidos en confortables salas de un tanatorio moderno y revolucionario en su tiempo, el tratamiento de cremación o incineración de los cadáveres... se debe al empuje empresarial, al empeño innovador de Pedro Esteban de Diego, que al frente de "Funeraria Viguesa", la sociedad privada integrada en Emorvisa, logró que la gestión de esta empresa funeraria mixta fuese realmente modélica. Emorvisa fue para Pedro Esteban De Diego García una pasión en el tiempo en que, en la práctica, estuvo al frente de la empresa. Primero con la colaboración de un gerente excepcional -además de un señor y todo un caballero- : Ricardo Pujol. Después, ya en solitario, De Diego García acabó por consolidar Emorvisa como una extraordinaria realidad, de la que Vigo bien pudo sentirse orgullosa, al tener la ciudad la empresa de servicios mortuorios más notable de Galicia. Imprimir un sello de calidad a todas las actuaciones de Emorvisa fue una constante para Pedro Esteban de Diego. Así sería desde el principio hasta el final de su presencia en la empresa, cuando esta pasó a estar controlada por el grupo SantaLucía.
Ya retirado en los últimos años de actividades empresariales de singular importancia, De Diego García cultivó la amistad de tantos y tantos amigos que en sus décadas de presencia en Galicia había ido haciendo. Excelente conversador, personaje culto, profundamente amigo de sus amigos, Pedro De Diego se hizo querer por muchísimos de los que le conocieron y trataron, tal eran sus grandes virtudes, de hombre noble, entrañable al fin y al cabo, sensible y capaz de valorar siempre a quien tenía enfrente, pero también a quienes a sus órdenes desempeñaban trabajo y cargos de confianza. Era el empresario que muchos trabajadores hubiesen querido tener; el hombre serio y sensato que era capaz de aprender siempre -incluso de quien por debajo estuviere-, de enaltecer el trabajo de sus subordinados, de promover y poner en valor, de apoyar todo aquello que en beneficio de la comunidad hubiere...
Pedro Esteban de Diego García ha muerto. Se nos ha ido antes de tiempo. No nos ha dejado el que hubiésemos gustado tener para compartir con el esos almuerzos, esas horas de convivencia entre grupos de amigos, de las que tanto gustaba. No nos ha dejado tiempo a los que ahora podemos tener alguno más que antes, para compartir un buen rioja de los que tanto gustaba. Se ha ido en silencio, sin alborotar, aceptando la desgracia que le vino encima, con la maldita enfermedad que eclosionó mucho antes de lo que se esperaba. Pero Pedro De Diego ya no era el mismo en los últimos meses. En agosto pasado fallecía también víctima de un despiadado cáncer, Concepción De Diego Olavarrieta, tras muchos meses de cruel enfermedad. Ya los médicos no dejaron a Pedro ir a Madrid, al adiós final a su hija; le habían detectado un problema serio y... De Diego García estaba inmerso en un sin fin de pruebas clínicas que no hicieron sino confirmar lo peor. El cáncer amenazaba ferozmente su vida. Y en muy poco tiempo se lo ha llevado por delante... Es más que probable que roto por la enfermedad y posterior muerte de su querida hija Cuca, Pedro de Diego García, bien a pesar de su fuerte estado de ánimo, no haya podido remontar vuelo, no haya podido siquiera disfrutar de esa prórroga con la que los enfermos en tan delicado estado sueñan siempre. Y siendo eso así, don Pedro, como le llamaban sus empleados años atrás, optó por irse, en silencio, sin hacer ruido, como de p untillas, restándose importancia, mostrándonos a todos la última lección, su última gran lección : cómo irse y, al tiempo, pedirnos que no le lloremos, que admitamos que la vida es así. Así de dura y de cruel, como lo está siendo con la familia De Diego /Olavarrieta en tan escaso tiempo. Pedro Esteban De Diego García ha muerto. Pero su espíritu seguirá bien vivo entre los que tuvimos la suerte de tratarle, la satisfacción de que nos considerase sus amigos. En nuestro caso, con especial afecto, con inmerecida distinción con que siempre nos trató. Fue un placer trabajar no pocos años con el, de ahí en esta hora del adiós, nuestra emoción y sentimiento profundo. Ha muerto, sí; pero el espíritu de Pedro de Diego anida ahora entre las ramas de los bosquecillos del Val Miñor que tanto amó -su residencia en el final de su vida-, en los atardeceres de Monteferro, en los paseos del mar de Nigrán, en las puestas del Sol en las Cíes... esta, su tierra de adopción, no le olvidará, por lo que a ella le dió, pero también por lo que en vida supo ser y fue. Sus restos mortales han descansado unas horas -y lo harán hasta la mañana de este jueves- en el Tanatorio ("su" tanatorio) de Emorvisa, donde este jueves, a media mañana, habrá una misa en la capilla de la primera planta, tras la que se iniciará el último viaje de nuestro entrañable amigo, desde Vigo hasta Madrid, inverso al que como empresario hizo en vida décadas atrás, para descansar junto a su querida hija en el panteón familiar de céntrico cementerio madrileño. Descanse en paz, Pedro de Diego García. En la edición impresa del final del mes de diciembre, de RÍAS BAIXAS TRIBUNA, tiempo tendremos para escribir con calma y más acierto que estas nerviosas y apresuradas líneas, sobre la figura de quien en vida fue un ejemplo de tenacidad, perseverancia e innovación empresarial, además de una excelente persona. Vaya en esta hora tan difícil para su querida familia, el testimonio de pesar hondo y sincero de quienes hacemos posible RÍAS BAIXAS TRIBUNA.
EUGÉNIO EIROA