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Piano. Pedro Burmester y Mario Laginha : otro concierto inolvidable, esta vez en el incomparable Theatro Circo

Semana do Piano.
31.03.2019
Theatro Circo. Braga (Portugal).
Casi lleno.
Pedro Burmester y Mario Laginha
-
Hablar aquí de Pedro Burmester, un pianista realmente genial, resulta un honor, tal es la dimensión  de quien hablamos. En plena madurez, 55 años, Burmester va más que sobrado -y con fundamentos plenos- a la hora de interpretar lo que menester fuere. Verle y escuchar su música en un recinto tan bello como es el magnífico Theatro Circo, en Braga, ha sido una ocasión que en modo alguno se podía desperdiciar.
Solo que Burmester no se presentaba solo esta vez en Braga. Lo hacía formando ese duo que desde hace algunos años mantiene con Mario Laginha -58 años-, pianista y compositor que alcanzó celebridad en la música ligera y especialmente en el nada fácil mundo del Jazz. Laginha, en esta su faceta clásica -como se mostró en Braga- se revela como lo que en el fondo es y será siempre, un excelente pianista.

Fue así cómo en domingo de cambio de hora tuvimos la oportunidad de asistir a una excelente exhibición de este magnífico duo, donde Burmester&Laginha atacaron primero el "Gran Tango", de Astor Piazzolla, que fue subrayado en su final por una gran salva de aplausos, notablemente encendida, que denotaba pasión en el público presente, probablemente muy nutrido de entendidos, donde no faltaron -por cierto- significativos gallegos.
La primera parte del programa previsto cerraría con una obra : "Concierto para dos pianos", compuesta por Mario Laginha, e interpretada por los dos pianistas en sus tres partes : Allegro mas nem Sempre, Quase sempre Andante, Sempre Presto.
Nuevamente gran ovación para los pianistas que saludaron con agrado antes de irse al intervalo previsto, que se alargaría algo más de lo habitual por un problema en el piano que utilizaba Burmester. Este pidió al técnico de servicio en la sala que echase mano al defecto sonoro que el pianista detectaba y, tras una serie de operaciones de desmontaje y montaje de parte de los entresijos de aquel piano "Yamaha", el asunto quedó resuelto, pidiendo entre bromas y veras Mario Laginha un aplauso para quien había resuelto el problema, cosa que el público rapidamente otorgó.

Comenzaría así la segunda parte. Sobre el programa la Balada número 1 op.23 de Fryderyk Franciszek Chopin. Pero en vez de interpretarla los dos pianistas al mismo tiempo, lo harían de uno en uno. Primero Mario Laginha, afrontando el reto sobre una partitura que contenía ciertos arreglos por el dispuestos sobre la propuesta original de Chopin. ¿Resultado? : una versión moderna, llena de matices, contrastes, subrayados especiales... agradable sin duda, muy interesante de escuchar. Y más, cuando finalizada su intervención, Burmester afrontó su excelente interpretación de esta Balada número 1 op.23, de Chopin, tal cual, en original; lo que daría para contrastar las dos propuestas musicales que se nos habían hecho en el inicio de la segunda parte del concierto. Muy bien Laginha, grandioso Burmester, muy originales produciéndose ambos en su mejor -aunque en solitario cada uno- en su interpretación de una misma obra.
Tras este espectacular arranque de la segunda parte, volvimos al duo Burmester&Laginha cuando nos ofrecieron el "Preludio a la siesta de un fauno", de Claude Debussy, para cerrar después el programa previsto, con la interpretación de "la Valse",  ese gran poema coreográfico para orquesta que compuso Maurice Ravel al final de la segunda década del siglo pasado.

Con todo el público -que casi llenaba las más de mil localidades del Theatro Circo- puesto en pie, Burmester y Laginha no tuvieron otro remedio que ofrecer a la concurrencia la propina de dos piezas cortas, la primera desde la simpatía a cuatro manos de una interpretación de ambos en un mismo piano; la segunda ya cada cual sobre el suyo... suficiente para dejar más que felices y contentos a los asistentes a un concierto que, ineludiblemente, marca la temporada cultural de la magnífica sala de espectáculos bracarense y que sirvió de broche de oro para cerrar la llamada "Semana do Piano" promovida por la Câmara Municipal de Braga y el Conservatorio de Música Calouste Gulbenkian.
EUGÉNIO EIROA & CACILDA MACEIRA 

Mario Laginha -izquierda- y Pedro Burmester




























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